El Centro Nacional de Huracanes ha alertado que esperan para este año una temporada más activa que el promedio, en la que entre julio y noviembre pueden formarse cuatro de gran intensidad.
¿Qué podría empeorar en momentos en que una pandemia del coronavirus altera las vidas de todos, colapsa los sistemas de salud y destroza la economía mundial? Un huracán en medio de la crisis. A menos de dos meses del inicio de la temporada, Florida ya contempla esta posibilidad.
"La COVID es mala. Un huracán es malo. Si combinas los dos, el resultado es mayor a la suma. El impacto de un huracán en un ambiente de COVID será mucho peor que ambos sumados. Será un efecto multiplicador y no acumulativo", dijo Bryan Koon, quien dirigió hasta 2017 la División de Manejo de Emergencias de Florida y ahora trabaja como asesor.
La perspectiva es posible. Cuando empiece la temporada de huracanes en el Atlántico el 1° de junio, Estados Unidos todavía estará lidiando con el nuevo coronavirus.
El Centro Nacional de Huracanes anunciará sus predicciones a finales de mayo, pero otros institutos meteorológicos ya han alertado que esperan este año una temporada más activa que el promedio, en la que entre julio y noviembre pueden formarse cuatro huracanes de gran intensidad, es decir, de más de 178 Km/hora.
"Nos estamos preparando para lo peor, obviamente", dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa el jueves. "Ojalá no tengamos que lidiar con un huracán. Pero tenemos que asumir que tendremos uno". Los residentes conocen bien el protocolo cuando un huracán amenaza la región.
Hay que comprar suministros, tapiar y desalojar viviendas y negocios, e irse lejos. Los que pueden, van a hoteles o a casas de amigos o familiares; los de menos recursos, son evacuados en autobuses y alojados en refugios. Al volver a casa, a todos les toca lidiar con la devastación.
Pero, ¿cómo se mantiene esta estrategia en 2020? ¿Cómo se respeta el distanciamiento social durante las evacuaciones masivas? ¿Cómo se gestionan los refugios, donde decenas y a veces cientos de personas duermen en colchonetas en el gimnasio de una escuela? Nada de esto es posible en el nuevo mundo que ha impuesto el coronavirus.
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