En tanto, meteorólogos filipinos se mostraron optimistas de que la tormenta "Parma" no ganará suficiente fuerza como para convertirse en tifón.
Cuando muchos filipinos todavía no se han repuesto del azote de la tormenta tropical "Ketsana", la isla de Luzón esta en alerta ante la proximidad de "Parma", otro temporal que llegará hoy por la tarde al extremo norte del archipiélago.
"Parma" se halla a 1.100 kilómetros del este de Mindanao, con vientos sostenidos de 75 kilómetros por hora y rachas de 90, según el último parte de la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos (Pagasa) emitido a las 05.00 hora local (21.00 GMT del martes).
La nueva tormenta tropical avanza en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 19 kilómetros por hora y se prevé que pueda tocar tierra esta tarde en la punta más septentrional de Luzón y el grupo de islas de Batanes, que separan a Filipinas de Taiwán.
Sin embargo, los meteorólogos filipinos todavía no descartan la posibilidad de que se desvíe al norte y evite por completo el país, y también son optimistas en cuanto a que no ganará suficiente fuerza como para convertirse en tifón.
Como medida de precaución, la Guardia Costera instó a pescadores y viajeros en la costa oeste de Luzón que no salgan a la mar por las fuertes olas y la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó la evacuación preventiva de miles de habitantes de las zonas costeras.
"Parma", de nombre local "Pepeng", provocará nuevos aguaceros en Mindanao, la región de las Visayas y Luzón, donde prosigue la crisis humanitaria por los efectos de "Ketsana", que por ahora ha causado al menos 246 muertos, casi 40 desaparecidos, 375.000 desplazados y casi dos millones de afectados en Manila y 25 provincias aledañas.
El Ejército arranca hoy una campaña masiva de limpieza en las áreas más devastadas que contará con la ayuda de soldados de Estados Unidos que estaban desplegados en el sur.
Las pérdidas económicas ascienden a casi 4.700 pesos (unos cien millones de dólares o algo menos de 70 millones de euros), sobre todo por graves daños en infraestructuras y pérdidas de cosechas.
En menos de doce horas el pasado sábado, "Ketsana", conocido en Filipinas como "Ondoy", arrojó sobre Luzón una cantidad de lluvia muy superior a la media mensual en esta época del año, batiendo el anterior récord de 1967, e inundó el 80 por ciento de la capital.
EFE
"Parma" se halla a 1.100 kilómetros del este de Mindanao, con vientos sostenidos de 75 kilómetros por hora y rachas de 90, según el último parte de la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos (Pagasa) emitido a las 05.00 hora local (21.00 GMT del martes).
La nueva tormenta tropical avanza en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 19 kilómetros por hora y se prevé que pueda tocar tierra esta tarde en la punta más septentrional de Luzón y el grupo de islas de Batanes, que separan a Filipinas de Taiwán.
Sin embargo, los meteorólogos filipinos todavía no descartan la posibilidad de que se desvíe al norte y evite por completo el país, y también son optimistas en cuanto a que no ganará suficiente fuerza como para convertirse en tifón.
Como medida de precaución, la Guardia Costera instó a pescadores y viajeros en la costa oeste de Luzón que no salgan a la mar por las fuertes olas y la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó la evacuación preventiva de miles de habitantes de las zonas costeras.
"Parma", de nombre local "Pepeng", provocará nuevos aguaceros en Mindanao, la región de las Visayas y Luzón, donde prosigue la crisis humanitaria por los efectos de "Ketsana", que por ahora ha causado al menos 246 muertos, casi 40 desaparecidos, 375.000 desplazados y casi dos millones de afectados en Manila y 25 provincias aledañas.
El Ejército arranca hoy una campaña masiva de limpieza en las áreas más devastadas que contará con la ayuda de soldados de Estados Unidos que estaban desplegados en el sur.
Las pérdidas económicas ascienden a casi 4.700 pesos (unos cien millones de dólares o algo menos de 70 millones de euros), sobre todo por graves daños en infraestructuras y pérdidas de cosechas.
En menos de doce horas el pasado sábado, "Ketsana", conocido en Filipinas como "Ondoy", arrojó sobre Luzón una cantidad de lluvia muy superior a la media mensual en esta época del año, batiendo el anterior récord de 1967, e inundó el 80 por ciento de la capital.
EFE
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