Un equipo de 25 abogados defienden al reportero cuyo juicio ha sido aplazado hasta el 12 de marzo.
El periodista iraquí convertido en héroe nacional por lanzarle sus zapatos al ex presidente de EEUU George W. Bush compareció hoy por primera vez ante el tribunal que lo juzga, pero la vista fue aplazada hasta el próximo 12 de marzo.
Muntazer al Zaidi, de 27 años y reportero del canal de televisión vía satélite Al Bagdadia, cuya sede está en El Cairo, se presentó hoy ante el Tribunal Central Penal de Irak, esposado y en medio de especiales medidas de seguridad.
La comparecencia fue muy breve, según Al Bagdadia. Al Zaidi fue interrogado sobre posibles torturas ejercidas contra él mientras estaba detenido y el tribunal dijo que aplazaba la audiencia judicial hasta el 12 de marzo.
Los jueces están a la espera de una información que puede resultar clave para el proceso judicial del periodista, vinculada a las formalidades que se cumplieron, o que se debieron cumplir, cuando Bush visitó Bagdad el 14 de diciembre pasado.
Los jueces quieren saber si Bush recibió una invitación formal del Gobierno de Bagdad cuando estuvo en esta capital para firmar un convenio de seguridad que permitió la continuación de la presencia en este país de las tropas estadounidenses.
En caso de que no se haya cumplido esa formalidad, se desconoce cómo podría afectar a la situación procesal de Al Zaidi, acusado de un "ataque a un jefe de Estado durante una visita oficial", delito castigado con una pena de entre 7 y 15 años de prisión.
El periodista lanzó sus dos zapatos a Bush durante una rueda de prensa en Bagdad. Entre zapato y zapato, Al Zaidi insultó a Bush: "Este es el beso de despedida, perro", le gritó, un mes antes de que abandonara la Casa Blanca al término de su mandato.
En Irak, igual que en gran parte del mundo árabe, arrojar un zapato es una de las mayores ofensas que se pueden cometer contra una persona, al igual que llamarlo "perro".
Todo ello pasó el día, el 14 de diciembre, en que se cumplían exactamente cinco años desde la captura de Sadam Hussein, el presidente iraquí cuyo derrocamiento fue uno de los objetivos de las tropas estadounidenses que invadieron este país ocho meses antes.
La audiencia judicial que se llevó a cabo hoy contó con la presencia de un limitado número de periodistas extranjeros. No se permitió el acceso a los reporteros de los medios de comunicación locales, según Al Bagdadia.
El escenario fue una sala judicial situada en la llamada "zona verde", el área de Bagdad donde se concentran edificios públicos y muchas embajadas y que está especialmente custodiada.
Se permitió la entrada de familiares del procesado, pero cuando terminaron las diligencias judiciales fueron llevados por agentes de seguridad a un lugar desconocido, por lo que no fue posible obtener comentarios de ellos.
La hermana de Al Zaidi, Um Hanaa, que no estuvo dentro de la sala judicial, lamentó en declaraciones a los periodistas la falta de información sobre el juicio y la imposibilidad de comunicarse con sus parientes.
Al Zaidi puede ser condenado a una pena máxima de 15 años. La defensa intentó que su acto, en lugar de un crimen, fuera considerado como una simple falta, lo que le evitaría al periodista comparecer ante los tribunales penales.
Pero el recurso fue rechazado por un tribunal de casación, lo que llevó a la comparecencia de Al Zaidi, hoy, ante una corte penal.
Ninguno de los dos zapatos que lanzó Al Zaidi llegaron a impactar al entonces presidente estadounidense. Pero el gesto del periodista lo convirtió en héroe y en un símbolo de la lucha contra la ocupación militar estadounidense.
La defensa de Al Zaidi está a cargo de un equipo de 25 abogados, dirigido por el letrado Diaa al Said. EFE
Muntazer al Zaidi, de 27 años y reportero del canal de televisión vía satélite Al Bagdadia, cuya sede está en El Cairo, se presentó hoy ante el Tribunal Central Penal de Irak, esposado y en medio de especiales medidas de seguridad.
La comparecencia fue muy breve, según Al Bagdadia. Al Zaidi fue interrogado sobre posibles torturas ejercidas contra él mientras estaba detenido y el tribunal dijo que aplazaba la audiencia judicial hasta el 12 de marzo.
Los jueces están a la espera de una información que puede resultar clave para el proceso judicial del periodista, vinculada a las formalidades que se cumplieron, o que se debieron cumplir, cuando Bush visitó Bagdad el 14 de diciembre pasado.
Los jueces quieren saber si Bush recibió una invitación formal del Gobierno de Bagdad cuando estuvo en esta capital para firmar un convenio de seguridad que permitió la continuación de la presencia en este país de las tropas estadounidenses.
En caso de que no se haya cumplido esa formalidad, se desconoce cómo podría afectar a la situación procesal de Al Zaidi, acusado de un "ataque a un jefe de Estado durante una visita oficial", delito castigado con una pena de entre 7 y 15 años de prisión.
El periodista lanzó sus dos zapatos a Bush durante una rueda de prensa en Bagdad. Entre zapato y zapato, Al Zaidi insultó a Bush: "Este es el beso de despedida, perro", le gritó, un mes antes de que abandonara la Casa Blanca al término de su mandato.
En Irak, igual que en gran parte del mundo árabe, arrojar un zapato es una de las mayores ofensas que se pueden cometer contra una persona, al igual que llamarlo "perro".
Todo ello pasó el día, el 14 de diciembre, en que se cumplían exactamente cinco años desde la captura de Sadam Hussein, el presidente iraquí cuyo derrocamiento fue uno de los objetivos de las tropas estadounidenses que invadieron este país ocho meses antes.
La audiencia judicial que se llevó a cabo hoy contó con la presencia de un limitado número de periodistas extranjeros. No se permitió el acceso a los reporteros de los medios de comunicación locales, según Al Bagdadia.
El escenario fue una sala judicial situada en la llamada "zona verde", el área de Bagdad donde se concentran edificios públicos y muchas embajadas y que está especialmente custodiada.
Se permitió la entrada de familiares del procesado, pero cuando terminaron las diligencias judiciales fueron llevados por agentes de seguridad a un lugar desconocido, por lo que no fue posible obtener comentarios de ellos.
La hermana de Al Zaidi, Um Hanaa, que no estuvo dentro de la sala judicial, lamentó en declaraciones a los periodistas la falta de información sobre el juicio y la imposibilidad de comunicarse con sus parientes.
Al Zaidi puede ser condenado a una pena máxima de 15 años. La defensa intentó que su acto, en lugar de un crimen, fuera considerado como una simple falta, lo que le evitaría al periodista comparecer ante los tribunales penales.
Pero el recurso fue rechazado por un tribunal de casación, lo que llevó a la comparecencia de Al Zaidi, hoy, ante una corte penal.
Ninguno de los dos zapatos que lanzó Al Zaidi llegaron a impactar al entonces presidente estadounidense. Pero el gesto del periodista lo convirtió en héroe y en un símbolo de la lucha contra la ocupación militar estadounidense.
La defensa de Al Zaidi está a cargo de un equipo de 25 abogados, dirigido por el letrado Diaa al Said. EFE
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