La vacuna, que se administrará desde octubre próximo, priorizará a los menores con enfermedades crónicas como asma, diabetes o problemas de corazón.
Afirmó que la vacuna comenzará a distribuirse gradualmente en las poblaciones con más riesgo de contagio, entre ellas los niños, especialmente aquellos entre seis meses y cuatro años de edad.
La vacuna se administrará en dos tomas, separadas entre sí por dos semanas, y comenzará a hacer efecto unos 15 días después de la última toma: alrededor del Día de Acción de Gracias, el 27 de noviembre.
Según Friedman, la composición de la nueva vacuna será "similar a la de la gripe común", por lo que no se espera que sus efectos secundarios difieran mucho de los que produce la vacunación de la cepa estacional del virus.
Como se sabe, Estados Unidos es uno de los países del mundo que más casos ha registrado del virus, que ya se ha extendido a sus 50 estados.
Se han reportado 436 muertes relacionadas a la epidemia, y 6.506 personas se encuentran hospitalizadas por su causa.
Las autoridades de salud estadounidense calificó como prioritarios para la vacunación a los niños pequeños, los que tienen enfermedades que les provocan dificultades al respirar, como asma, diabetes o problemas de corazón y pulmones.
También se recomendará la vacunación prioritaria de las "personas que se encuentren al cargo de niños menores de seis meses", ante los riesgos de vacunar directamente a los bebés.
EFE
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