El sumo pontífice deseó “unión y paz” para el país vecino y anunció su llegada al Perú para continuar con su visita por Sudamérica.
El papa Francisco se despidió de Chile, país donde llegó el pasado 15 de enero, deseando “unión y paz” en un mensaje que transmitió en la misa que se llevó a cabo en la ciudad de Iquique. “Mira la fe de esta pueblo y regálales unión y paz”, dijo el sumo pontífice antes de emprender su viaje al Perú.
Francisco agradeció también a la presidenta Michelle Bachelet su invitación y dio las gracias a todos los que han hecho posible este viaje. Mencionó también que seguirá su rumbo hacia nuestro país. "Sigo mi peregrinación hacia Perú. Pueblo amigo y hermano de esta Patria Grande que estamos invitados a cuidar".
El corresponsal oficial de RPP, Armando Canchanya, indicó que según cifras oficiales del Vaticano, la asistencia a la misa bordeaba 50 mil personas. “El papa ha hablado sobre los migrantes, sobre lo que significa estar en Iquiqe. Hay incluso gente que ha venido con su vestimenta típica de la zona”, dijo.
Poca asistencia
A diferencia de la misa en Santiago, en donde la asistencia para la misa de Francisco fue de 400 mil personas, en Iquique solo fue de 50 mil. “Se esperaba en verdad que la asistencia fuera mayor, pero hay que entender que en Santiago hay 7 millones de habitantes. Hoy hemos visto espacios vacíos”.
Agregó también que para llegar hasta el lugar en donde se llevó a cabo la misa en Iquique, el acceso es un poco difícil. “No es fácil llegar hasta aquí. No hay nada. Solo una pista que cruza la zona”.
Según la última encuesta realizada por Latinobarómetro y GFK Adimak, Chile es uno de los países menos católicos de la región. Solo un 58% de sus habitantes se considera así, frente a un 19% de aquellos indicaron ser agnósticos o ateos. El punto de quiebre de esta situación fueron los recientes casos de pederastia por parte de sacerdotes chilenos.
Comparte esta noticia