Esta reliquia data del 79 d.C. fecha en la que erupcionó el volcán Vesubio y desapareció a las aldeas aledañas.
El último tesoro hallado en Pompeya es un caballo sepultado en unas cuadras desde la erupción que acabó con la urbe y que era "de las razas más nobles" a juzgar por los adornos de bronce de su testuz, anunciaron hoy los gestores del yacimiento.
El parque arqueológico napolitano (oeste de Italia) ha celebrado como "un descubrimiento extraordinario" los hallazgos en una villa ubicada en la zona de Civita Giuliana, en la periferia norte de Pompeya, la ciudad romana sepultada por la erupción del Vesubio del 79 d.C.
Un caballo engalanado
Se ha podido extraer los restos de un equino del que se ha realizado un molde de yeso, el primero de un caballo encontrado en Pompeya. Esta técnica, con la que se ha recuperado la forma de numerosos pompeyanos, consiste en rellenar con yeso el hueco que dejó la desaparición del material orgánico de un ser vivo sepultado por las cenizas, una cámara vacía entre la materia solidificada.
El animal aparece recostado sobre el lomo izquierdo y su buena osificación es la de un ejemplar adulto, muy seguramente un caballo (equus caballus) a tenor de un análisis preliminar, en el que por sus dimensiones se descarta que pueda tratarse de un mulo o un asno.
Los expertos creen que este animal fue un ejemplar distinguido en primer lugar por su altura de metro y medio, mucho más que los caballos de la época, más pequeños que los actuales, lo que permite suponer que nació fruto de "cuidados" cruces entre especímenes
La raza más noble
Por otro lado, el caballo luce en la parte del cráneo adornos y pequeños ornamentos metálicos, como el bocado en hierro o partes en bronce al parecer de correas de cuero ya desaparecido, "una presencia que podría indicar el valor y rol del animal", apuntan.
El escritor hispánico Columella, experto en agricultura, indicó en su tratado "De Re Rustica" (I d.C) que los caballos por entonces se dividían en tres tipos: nobles destinados a concursos y circos, sementales que daban una prole noble o ejemplares vulgares.
Los expertos del yacimiento de Pompeya indican que el caballo de Cività Giuliana "debía pertenecer a la raza más noble", a buen seguro "un animal de representación" que pese a su valor sufrió el mismo destino que otros muchos equinos en el momento de la tragedia.
Recuperando un patrimonio
Las autoridades policiales y judiciales perseguían una serie de excavaciones clandestinas emprendidas por saqueadores, que han sido localizados y denunciados. La intervención ha permitido descubrir una serie de estancias destinadas al servicio que trabajaba en esta gran villa suburbana "conservada excepcionalmente" y que contaba con una zona residencial y otra dedicada a la producción agrícola, vinícola y ganadera.
Dentro se han localizado tres ánforas de aceite y vino -una dañada por los saqueadores-, utensilios de cocina como una sartén, parte de una cama de madera y restos de pequeños animales.
Los descubrimientos anunciados hoy corresponden solo a dos de los cinco nuevos ambientes y, a la espera de saber qué nuevos detalles ofrecerá de la vida de aquel entonces, ya permite intuir "la peculiaridad" de este complejo que podría ser mucho más extenso de lo que se creía. (Con información de EFE)
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