Ray Gosling explicó que había llegado a un acuerdo con su amante, enfermo de sida y cuyo nombre no facilitó, para ayudarlo a morir si se incrementaban los dolores.
Ray Gosling, el veterano periodista de la BBC que confesó haber ayudado a morir a su pareja, fue puesto hoy en libertad provisional, según informó su abogado.
Gosling, de 70 años, estuvo retenido durante un día y medio en la comisaría de policía de Nottingham (norte de Inglaterra) para ser cuestionado como sospechoso de un delito de asesinato.
Su abogado, Digby Johnson, informó a los medios de que Gosling fue puesto en libertad provisional y que quedó sujeto a "posteriores preguntas que le quiera hacer la policía".
"Él ha facilitado una gran cantidad de información a la policía y ellos tienen que pasarlo ahora por el tamiz", dijo el abogado, que precisó que la libertad provisional se prolongará dos meses.
Asistir o inducir la muerte de otra persona es ilegal en Inglaterra y Gales en virtud de una ley sobre suicidio que data de 1961 y que establece penas de cárcel de hasta 14 años.
Sin embargo, Gosling fue detenido como sospechoso de asesinato, delito que está penado con la cadena perpetua.
El reportero "freelance" admitió en un programa emitido el lunes pasado por la televisión pública británica que en el pasado asfixió con una almohada al que entonces era su compañero, quien padecía dolores insufribles a causa del sida.
El periodista británico explicó que había llegado a un acuerdo con su amante, cuyo nombre no facilitó, para actuar de la manera en que lo hizo si se incrementaran los dolores y el sufrimiento.
"Una vez maté a alguien... Era mi amante y tenía sida. Cogí la almohada y le asfixié con ella hasta que murió y no me arrepiento. Hice lo correcto", confesó Gosling en el citado documental.
Aunque omitió cualquier dato o precisión sobre el lugar y el momento en que sucedió, el reportero explicó que su pareja se encontraba hospitalizada y que los médicos le habían asegurado que ya no podían hacer nada más por él.
"Pedí al médico que me dejara con él un momento. Se fue, volvió y al regresar -afirmó- le dije que se había marchado. Nunca se volvió a mencionar nada más al respecto".
Gosling justificó su acción al señalar que "cuando se quiere a alguien, es duro verle sufrir" y admitió que tenía sentimientos "contradictorios" sobre la eutanasia.
"Ahora es el momento de compartir un secreto que he guardado durante mucho tiempo", dijo el periodista.
Interrogado sobre cualquier posible sensación de culpabilidad, respondió que no tenía "absolutamente ningún pesar" por lo ocurrido.
EFE
Gosling, de 70 años, estuvo retenido durante un día y medio en la comisaría de policía de Nottingham (norte de Inglaterra) para ser cuestionado como sospechoso de un delito de asesinato.
Su abogado, Digby Johnson, informó a los medios de que Gosling fue puesto en libertad provisional y que quedó sujeto a "posteriores preguntas que le quiera hacer la policía".
"Él ha facilitado una gran cantidad de información a la policía y ellos tienen que pasarlo ahora por el tamiz", dijo el abogado, que precisó que la libertad provisional se prolongará dos meses.
Asistir o inducir la muerte de otra persona es ilegal en Inglaterra y Gales en virtud de una ley sobre suicidio que data de 1961 y que establece penas de cárcel de hasta 14 años.
Sin embargo, Gosling fue detenido como sospechoso de asesinato, delito que está penado con la cadena perpetua.
El reportero "freelance" admitió en un programa emitido el lunes pasado por la televisión pública británica que en el pasado asfixió con una almohada al que entonces era su compañero, quien padecía dolores insufribles a causa del sida.
El periodista británico explicó que había llegado a un acuerdo con su amante, cuyo nombre no facilitó, para actuar de la manera en que lo hizo si se incrementaran los dolores y el sufrimiento.
"Una vez maté a alguien... Era mi amante y tenía sida. Cogí la almohada y le asfixié con ella hasta que murió y no me arrepiento. Hice lo correcto", confesó Gosling en el citado documental.
Aunque omitió cualquier dato o precisión sobre el lugar y el momento en que sucedió, el reportero explicó que su pareja se encontraba hospitalizada y que los médicos le habían asegurado que ya no podían hacer nada más por él.
"Pedí al médico que me dejara con él un momento. Se fue, volvió y al regresar -afirmó- le dije que se había marchado. Nunca se volvió a mencionar nada más al respecto".
Gosling justificó su acción al señalar que "cuando se quiere a alguien, es duro verle sufrir" y admitió que tenía sentimientos "contradictorios" sobre la eutanasia.
"Ahora es el momento de compartir un secreto que he guardado durante mucho tiempo", dijo el periodista.
Interrogado sobre cualquier posible sensación de culpabilidad, respondió que no tenía "absolutamente ningún pesar" por lo ocurrido.
EFE
Comparte esta noticia