Las muertes habrían tenido lugar en la Clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005, mediante la inyección de una sobredosis de un fármaco para el corazón.
Un enfermero alemán acusado formalmente de tres muertes y dos intentos de asesinato en la clínica en la que trabajaba ha confesado haber matado a alrededor de 30 enfermos terminales, según el informe psiquiátrico presentado hoy en la Audiencia provincial de Oldenburg (norte de Alemania).
Según el informe, Niel H., de 38 años, confesó la cifra durante un exhaustivo examen psiquiátrico al que fue sometido durante la investigación de los delitos por los que es juzgado.
El enfermero confesó los cinco casos que le imputa la fiscalía y otros muchos de los que se tenía conocimiento.
Las muertes habrían tenido lugar en la Clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005, mediante la inyección de una sobredosis de un fármaco para el corazón.
Según el especialista que presentó el informe, el hombre confeso también que sesenta pacientes sobrevivieron a su inyección y le pidió expresamente que presentara todos los datos y las cifras ante la justicia.
El enfermero es juzgado por cinco casos, ya que la fiscalía le acusa de la muerte de tres pacientes y del intento de asesinato de otros dos.
La Audiencia provincial de Oldeburg le condenó ya en 2008 a siete años y medio de prisión por un asesinato frustrado en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Delmenhorst, donde fue sorprendido por una colega en el verano de 2005 mientras intentaba inyectar un fármaco a un paciente.
La policía, según informa la prensa local, investiga un total de 170 casos sospechosos en el centro hospitalario en el que trabajaba el enfermero.
EFE
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