Un 72 % de los franceses considera, con creciente pesimismo, que las condiciones de vida se volverán extremadamente difíciles en un plazo de cincuenta años.
Uno de cada dos franceses afirma haber sufrido las consecuencias de la crisis climática y un 72 % considera, con creciente pesimismo, que las condiciones de vida se volverán extremadamente difíciles en un plazo de cincuenta años, según un estudio publicado este domingo.
En concreto, el 51 % de los franceses admite haber sentido "a veces" o "a menudo" los efectos del calentamiento global, de acuerdo a los datos de un sondeo elaborado por la consultora OpinionWay para la Agencia de Transición Ecológica (estatal) y publicados hoy por el semanario Le Journal du Dimanche.
La cifra ha venido en aumento en los últimos años. En 2015, solo el 27 % decían haber padecido las consecuencias de la crisis climática.
También la conciencia sobre las causas humanas del calentamiento climático ha crecido: en 2010 el 65 % de los franceses afirmaban saber que la actividad humana impactaba en el calentamiento del planeta, mientras que ahora la proporción es del 81 %.
Dada esta tendencia, la mayoría de los encuestados (63 %) estima que habrá que cambiar de manera significativa el modo de vida.
Los franceses también se muestran mayoritariamente a favor de tomar medidas como obligar a los propietarios a renovar los hogares, favorecer las energías renovables y fijar impuestos para las actividades y productos más contaminantes, como el transporte aéreo.
El estudio, elaborado entre mayo y junio pasados a partir de una muestra representativa de la población francesa mayor de 15 años formada por 1.575 individuos, se publicó en coincidencia con el comienzo de la Cumbre del Clima COP27, en Egipto.
Allí estará desde este domingo el presidente francés, Emmanuel Macron, quien el viernes pasado publicó una carta abierta en el diario The Guardian junto al presidente de Senegal, Macky Sall, y el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, renovando sus compromisos contra el cambio climático y de apoyo a África por ser una de las regiones más vulnerables la crisis.
EFE
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