Un gigantesco desfile en el centro de Pyongyang puso fin este martes el congreso excepcional del partido único norcoreano, que coronó a la "estrella brillante" Kim Jong-un como líder indiscutido del régimen.
Kim, de 33 años, presidió el evento desde una plataforma que da a la enorme plaza Kim Il-Sung, en pleno centro de la capital, adonde acudieron cientos de miles de personas que agitaron ramos de flores para saludar al heredero de la dinastía familiar, en el poder desde hace 70 años.
En Corea del Norte, los multitudinarios desfiles militares son habituales para celebrar fechas importantes y para mostrar las últimas adquisiciones militares, incluyendo los misiles balísticos de largo alcance que todavía están en fase de desarrollo.
Sin embargo, el evento del martes tuvo un carácter civil, aunque en el desfile se vieron maquetas de misiles y de vehículos de lanzamiento.
Desde la llegada al poder de este joven dirigente en diciembre de 2011, tras la muerte de su padre Kim Jong Il, Corea del Norte llevó a cabo dos ensayos nucleares, el último de ellos en enero, y dos lanzamientos exitosos de cohetes, considerados como ensayos camuflados de misiles balísticos de largo alcance.
Pese a las condenas internacionales, Kim Jong Un sigue determinado a obtener un arma nuclear creíble, mediante ensayos de misiles o pruebas técnicas complementarias.
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