Marshall, de 85 años, fue declarado culpable por aprovecharse de la enfermedad de su madre (Alzheimer) para engañarla y robarle 198 millones de dólares.
El hijo de la filántropo Brooke Astor, Anthony Marshall, de 85 años fue condenado a tres años de prisión por estafar y robar a su madre, enferma de Alzheimer.
En tanto, los abogados de Marshal tratan de convencer al juez A. Kirke Bartley de la Corte Suprema de Nueva York, para que su defendido continúe en libertad bajo fianza, informa el País de España.
Los hechos se remontan al 2004, cuando el testamento de Brooke, más conocida como la Primera Dama de Nueva York, fue cambiado en favor de Astor con el fin de acceder a posesiones valorizadas 147 millones de euros. El Jurado lo acusó de aprovecharse de la senilidad de su progenitora.
Durante la sentencia, Marshall se negó a hablar y la fiscalía lo acusó de ser un ladrón arrepentido que merecía la pena, mientras que sus abogados se esforzaron por presentarlo como un buen hijo y patriota.
Antes de salir de la corte, Marshall permaneció sentado durante un minuto en un banco de la sala de audiencia, acompañado por su esposa.
Brooke Astor, una de las damas más conocidas de la alta sociedad neoyorquina, falleció en 2007 a los 105 años de edad tras pasar sus últimos años de vida aquejada del mal de Alzheimer, pero, semanas antes de su muerte, su nieto denunció a su propio padre al acusarlo de cuidar mal de la anciana y gestionar fraudulentamente su fortuna.
En tanto, los abogados de Marshal tratan de convencer al juez A. Kirke Bartley de la Corte Suprema de Nueva York, para que su defendido continúe en libertad bajo fianza, informa el País de España.
Los hechos se remontan al 2004, cuando el testamento de Brooke, más conocida como la Primera Dama de Nueva York, fue cambiado en favor de Astor con el fin de acceder a posesiones valorizadas 147 millones de euros. El Jurado lo acusó de aprovecharse de la senilidad de su progenitora.
Durante la sentencia, Marshall se negó a hablar y la fiscalía lo acusó de ser un ladrón arrepentido que merecía la pena, mientras que sus abogados se esforzaron por presentarlo como un buen hijo y patriota.
Antes de salir de la corte, Marshall permaneció sentado durante un minuto en un banco de la sala de audiencia, acompañado por su esposa.
Brooke Astor, una de las damas más conocidas de la alta sociedad neoyorquina, falleció en 2007 a los 105 años de edad tras pasar sus últimos años de vida aquejada del mal de Alzheimer, pero, semanas antes de su muerte, su nieto denunció a su propio padre al acusarlo de cuidar mal de la anciana y gestionar fraudulentamente su fortuna.
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