Los peligros relacionados con el agua pueden ser excepcionalmente destructivos, y el impacto del cambio climático en eventos extremos relacionados con el agua como estos es cada vez más evidente.
Mathew Barlow, University of Massachusetts Lowell
En julio de 2021, el mundo observó cómo las lluvias extremas se convirtieron en inundaciones que arrasaron casas centenarias en Europa, provocaron corrimientos de tierras en Asia e inundaron el metro en China. Más de 900 personas murieron en la destrucción. En América del Norte, el Oeste luchaba contra los incendios en medio de una intensa sequía que está afectando a los sumnistros de agua y energía.
Los peligros relacionados con el agua pueden ser excepcionalmente destructivos, y el impacto del cambio climático en eventos extremos relacionados con el agua como estos es cada vez más evidente.
En la nueva evaluación internacional del clima recién publicada, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advierte que el ciclo del agua se ha intensificado y seguirá intensificándose a medida que el planeta se calienta.
El informe, en el que he trabajado como autor principal, documenta un aumento tanto de los extremos húmedos, con lluvias más intensas en la mayoría de las regiones, como de los extremos secos, como la desecación en el Mediterráneo, el suroeste de Australia, el suroeste de Sudamérica, Sudáfrica y el oeste de Norteamérica. También muestra que tanto los extremos húmedos como los secos seguirán aumentando con el calentamiento futuro.
¿Por qué se intensifica el ciclo del agua?
El agua circula por el medio ambiente, moviéndose entre la atmósfera, el océano, la tierra y los depósitos de hielo. Puede caer en forma de lluvia o nieve, filtrarse en el suelo, desembocar en un río, unirse al océano, congelarse o evaporarse de nuevo a la atmósfera. Las plantas también toman agua del suelo y la liberan mediante la transpiración de sus hojas. En las últimas décadas, se ha producido un aumento general de las tasas de precipitación y evaporación.
Varios factores están intensificando el ciclo del agua, pero uno de los más importantes es que el calentamiento de las temperaturas eleva el límite superior de la cantidad de humedad en el aire. Eso aumenta la posibilidad de que llueva más.
Este aspecto del cambio climático se confirma a través de todas nuestras líneas de evidencia: es lo que se espera de la física básica, lo que proyectan los modelos informáticos, y ya aparece en los datos de observación como un aumento general de la intensidad de las lluvias con el calentamiento de las temperaturas.
Comprender este y otros cambios en el ciclo del agua es importante para algo más que para prepararse para las catástrofes. El agua es un recurso esencial para todos los ecosistemas y las sociedades humanas, y en particular para la agricultura.
¿Qué significa esto para el futuro?
Una intensificación del ciclo del agua significa que tanto los extremos húmedos como los secos y la variabilidad general del ciclo del agua aumentarán, aunque no de manera uniforme en todo el planeta.
Se espera que la intensidad de las precipitaciones aumente en la mayoría de las zonas terrestres, pero los mayores aumentos de aridez se esperan en el Mediterráneo, el suroeste de Sudamérica y el oeste de Norteamérica.
A nivel mundial, es probable que las precipitaciones extremas diarias se intensifiquen en un 7 % por cada grado Celsius que aumente la temperatura global.
Según el informe, además de los fenómenos extremos, también cambiarán muchos otros aspectos importantes del ciclo del agua, como la reducción de los glaciares de montaña, la disminución de la duración de la capa de nieve estacional, el deshielo más temprano y los cambios contrastados en las lluvias monzónicas en las distintas regiones, que afectarán a los recursos hídricos de miles de millones de personas.
¿Qué se puede hacer?
Un tema común a todos estos aspectos del ciclo del agua es que el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero provoca mayores impactos.
El IPCC no hace recomendaciones políticas. En cambio, proporciona la información científica necesaria para evaluar cuidadosamente las opciones políticas. Los resultados muestran cuáles son las implicaciones de las distintas opciones.
Una de las cosas que la evidencia científica del informe dice claramente a los líderes mundiales es que limitar el calentamiento global al objetivo del Acuerdo de París de 1,5 ℃ requerirá reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Independientemente de cualquier objetivo específico, está claro que la gravedad de los impactos del cambio climático está estrechamente relacionada con las emisiones de gases de efecto invernadero: la reducción de las emisiones reducirá los impactos. Cada fracción de grado es importante.
Mathew Barlow, Professor of Climate Science, University of Massachusetts Lowell
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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