Para los judíos ultraortodoxos el trabajo en sábado es una medida que profana el día más sagrado para el judaísmo, en el cual, no se puede hacer ningún esfuerzo físico.
Más de mil 500 judíos ultraortodoxos se concentraron frente a la sede de la fábrica de microprocesadores de la empresa estadounidense Intel en Jerusalén (Israel) para protestar por trabajar en sábado, un día considerado sagrado para el judaísmo.
Los manifestantes se reunieron ante las oficinas de Intel, ubicadas en el barrio industrial de Har Hotzvim de la ciudad santa, dijeron fuentes policiales.
Los judíos, ataviados con los característicos sombreros de ala y levitas largas de color negro, corearon cantos alusivos al día sabático.
Algunos de los participantes en la protesta resultaron heridos al ser rociados con un pulverizador de pimienta por agentes de seguridad. Otros, lanzaron piedras y empujaron a varios periodistas presentes en el lugar del suceso.
Para los judíos ultraortodoxos el trabajo en sábado es una medida que profana el día más sagrado para el judaísmo, en el cual, por ejemplo, no se puede encender fuego, ni hacer ningún esfuerzo físico, ni conducir vehículos.
Las negociaciones entre Intel y representantes de la comunidad ultraortodoxa para llegar a un acuerdo, fracasaron después de que la compañía rechazara una demanda de emplear únicamente a trabajadores no judíos los sábados.
Tras las protestas y otras medidas de presión, la compañía estudia incluso cesar la producción en Israel de continuar esta situación.
"Si continúan las protestas o se retrasa la producción en la planta de Jerusalén, la compañía se verá forzada a cerrar y también podría abandonar Israel finalmente", dijo Maxine Fassberg, director general de Intel en Israel, a los negociadores ultraortodoxos.
En los últimos meses los ultraortodoxos o "haredim", como se conoce en este país, se han tornado más militantes a la hora de hacer cumplir la tradición mosaica.
Así lo demuestran, por ejemplo, las protestas que durante meses han protagonizado miembros de la comunidad para impedir la apertura de un aparcamiento municipal en el centro de la ciudad el sábado, muchas de las cuales fueron de carácter violento y acabaron con el arresto de decenas de manifestantes.
Los manifestantes se reunieron ante las oficinas de Intel, ubicadas en el barrio industrial de Har Hotzvim de la ciudad santa, dijeron fuentes policiales.
Los judíos, ataviados con los característicos sombreros de ala y levitas largas de color negro, corearon cantos alusivos al día sabático.
Algunos de los participantes en la protesta resultaron heridos al ser rociados con un pulverizador de pimienta por agentes de seguridad. Otros, lanzaron piedras y empujaron a varios periodistas presentes en el lugar del suceso.
Para los judíos ultraortodoxos el trabajo en sábado es una medida que profana el día más sagrado para el judaísmo, en el cual, por ejemplo, no se puede encender fuego, ni hacer ningún esfuerzo físico, ni conducir vehículos.
Las negociaciones entre Intel y representantes de la comunidad ultraortodoxa para llegar a un acuerdo, fracasaron después de que la compañía rechazara una demanda de emplear únicamente a trabajadores no judíos los sábados.
Tras las protestas y otras medidas de presión, la compañía estudia incluso cesar la producción en Israel de continuar esta situación.
"Si continúan las protestas o se retrasa la producción en la planta de Jerusalén, la compañía se verá forzada a cerrar y también podría abandonar Israel finalmente", dijo Maxine Fassberg, director general de Intel en Israel, a los negociadores ultraortodoxos.
En los últimos meses los ultraortodoxos o "haredim", como se conoce en este país, se han tornado más militantes a la hora de hacer cumplir la tradición mosaica.
Así lo demuestran, por ejemplo, las protestas que durante meses han protagonizado miembros de la comunidad para impedir la apertura de un aparcamiento municipal en el centro de la ciudad el sábado, muchas de las cuales fueron de carácter violento y acabaron con el arresto de decenas de manifestantes.
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