Los palestinos esperan mientras tanto la llegada de ayuda humanitaria al enclave, que se acumula cerca del paso de Rafah en Egipto.
Israel y el movimiento islamista palestino Hamás negaron este lunes que hubiera un alto el fuego, en el décimo día de una guerra que ya ha dejado miles de muertos.
"No hay alto el fuego y de ingreso de ayuda humanitaria en Gaza a cambio de la salida de extranjeros", indicó en un corto comunicado la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras informaciones que hablaban de una tregua.
Izzat al Rishq, portavoz de Hamás, declaró también que las informaciones que circulan en algunos medios no eran "verdad".
El ejército israelí urge desde el viernes a los 1,1 millones de habitantes del norte de Gaza a partir hacia el sur ante una posible incursión en el enclave, en torno al cual apostó decenas de miles de soldados.
Este lunes, el ejército indicó que evitará atacar por la mañana los corredores de evacuación que unen el norte y el sur de la Franja de Gaza.
La tropa espera la orden de pasar a la acción para cumplir con el objetivo de destruir a Hamás, el movimiento islamista que gobierna Gaza desde 2007, informaron portavoces del ejército.
Los palestinos esperan mientras tanto la llegada de ayuda humanitaria al enclave, que se acumula cerca del paso de Rafah en Egipto.
"Espero oír buenas noticias esta mañana sobre la entrada de ayuda en Gaza a través de Rafah (...) para ayudar al millón de personas que se han desplazado al sur y a las que ya vivían allí", declaró el jefe de operaciones de emergencia de la ONU, Martin Griffiths, en un comunicado.
Fuego cruzado
El ataque de Hamás del 7 de octubre, el más mortífero contra Israel desde su creación en 1948, dejó más de 1 400 muertos, en su mayoría civiles, según el ejército.
Por su parte, los bombardeos israelíes lanzados tras ese ataque mataron hasta ahora a 2 750 personas, según las autoridades locales. (AFP)
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