Las autoridades españolas detuvieron a H. B. B., quien ha sido acusado por la presunta comisión de los delitos contra la libertad sexual y de revelación de secreto a través de la red.
Las autoridades españolas detuvieron a H. B. B., de 35 años, por publicar en internet al menos 25 videos de sus amigas desnudas, algunos con contenido sexual, sin su consentimiento.
El joven ha sido acusado por la presunta comisión de los delitos contra la libertad sexual y de revelación de secreto a través de la red.
La investigación comenzó en setiembre pasado cuando una de las víctimas denunció que había descubierto videos de contenido sexual en internet donde aparecía ella.
Además denunció que estas imágenes iban acompañadas de comentarios denigrantes y despectivos, junto con su nombre completo.
Tras varios días de investigación, la Policía descubrió 25 videos insertados en cuatro páginas webs diferentes, algunas de ellas de contenido exclusivo de pornografía para adultos, recoge el portal español El Mundo.
Se identificó además a dos nuevas víctimas, que desconocían que habían sido grabadas desnudas y en actitudes íntimas.
La Policía comprobó que las grabaciones se efectuaron con una cámara propiedad del detenido que ocultaba en los domicilios de las víctimas, y en el suyo propio, aprovechando que con ellas mantenía una relación de amistad o de pareja.
El joven ha sido acusado por la presunta comisión de los delitos contra la libertad sexual y de revelación de secreto a través de la red.
La investigación comenzó en setiembre pasado cuando una de las víctimas denunció que había descubierto videos de contenido sexual en internet donde aparecía ella.
Además denunció que estas imágenes iban acompañadas de comentarios denigrantes y despectivos, junto con su nombre completo.
Tras varios días de investigación, la Policía descubrió 25 videos insertados en cuatro páginas webs diferentes, algunas de ellas de contenido exclusivo de pornografía para adultos, recoge el portal español El Mundo.
Se identificó además a dos nuevas víctimas, que desconocían que habían sido grabadas desnudas y en actitudes íntimas.
La Policía comprobó que las grabaciones se efectuaron con una cámara propiedad del detenido que ocultaba en los domicilios de las víctimas, y en el suyo propio, aprovechando que con ellas mantenía una relación de amistad o de pareja.
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