Morales calificó el comportamiento del Gobierno peruano de ´agresión´ y de ´abierta provocación´ al conceder el asilo político a dos ex ministros bolivianos.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que las relaciones diplomáticas con Perú están en "alto riesgo", por la actitud del Gobierno de Alan García al otorgar asilo a tres ex ministros bolivianos imputados en el proceso sobre el llamado "octubre negro" de 2003.
En conferencia de prensa con medios internacionales, Morales calificó el comportamiento del Gobierno de Perú de "agresión" y de "abierta provocación" y explicó que su gabinete analiza las medidas a adoptar, aunque no concretó cuáles se están estudiando.
Como se recuerda Perú concedió refugio a tres ex ministros bolivianos que deberán afrontar un juicio por genocidio junto al ex gobernante Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) por la muerte de más de 60 personas durante la represión militar de octubre de 2003.
Morales señaló que su Gobierno está estudiando cuáles serán las medidas a adoptar tras la concesión de refugio a los ex ministros, pero ante las preguntas de los periodistas no se pronunció sobre una posible retirada del embajador en Lima o la ruptura de relaciones.
"Oportunamente definiremos (las medidas). Están en debate interno, en profundo debate dentro del Gobierno", dijo.
El asilo concedido a los ex ministros ha reavivado la tensión entre Bolivia y Perú, cuyos presidentes ya protagonizaron el año pasado varios roces verbales, lo que desembocó en que Lima llamara a consultas a su embajador en La Paz.
Morales aprovechó para relatar los conflictos que han marcado en los últimos tiempos las relaciones con Perú, entre ellos su demanda limítrofe contra Chile, que, sostuvo, perjudica a Bolivia, y los problemas internos de la Comunidad Andina (CAN).
"El tema económico es parte de nuestras diferencias, pero en la defensa de la vida, en la lucha legal para acabar con la impunidad, todos deberíamos juntarnos para castigar a los (...) que cometieron delitos de lesa humanidad", se quejó el presidente.
EFE
En conferencia de prensa con medios internacionales, Morales calificó el comportamiento del Gobierno de Perú de "agresión" y de "abierta provocación" y explicó que su gabinete analiza las medidas a adoptar, aunque no concretó cuáles se están estudiando.
Como se recuerda Perú concedió refugio a tres ex ministros bolivianos que deberán afrontar un juicio por genocidio junto al ex gobernante Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) por la muerte de más de 60 personas durante la represión militar de octubre de 2003.
Morales señaló que su Gobierno está estudiando cuáles serán las medidas a adoptar tras la concesión de refugio a los ex ministros, pero ante las preguntas de los periodistas no se pronunció sobre una posible retirada del embajador en Lima o la ruptura de relaciones.
"Oportunamente definiremos (las medidas). Están en debate interno, en profundo debate dentro del Gobierno", dijo.
El asilo concedido a los ex ministros ha reavivado la tensión entre Bolivia y Perú, cuyos presidentes ya protagonizaron el año pasado varios roces verbales, lo que desembocó en que Lima llamara a consultas a su embajador en La Paz.
Morales aprovechó para relatar los conflictos que han marcado en los últimos tiempos las relaciones con Perú, entre ellos su demanda limítrofe contra Chile, que, sostuvo, perjudica a Bolivia, y los problemas internos de la Comunidad Andina (CAN).
"El tema económico es parte de nuestras diferencias, pero en la defensa de la vida, en la lucha legal para acabar con la impunidad, todos deberíamos juntarnos para castigar a los (...) que cometieron delitos de lesa humanidad", se quejó el presidente.
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