Autoridades estiman la cifra de fallecidos en unos 200, mientras los equipos de emergencia trabajan para retirar los escombros de edificios ante la amenaza de fuertes vientos.
Las ciudad neozelandesa de Chrischurch fue sacudida hoy por fuertes réplicas del terremoto de 6,3 grados que el pasado martes causó al menos 148 muertos y medio centenar de desaparecidos.
Las autoridades estiman la cifra de fallecidos en unos 200, mientras los equipos de emergencia trabajan para retirar los escombros de los edificios derruidos por el seísmo ante la amenaza de fuertes vientos.
"Si tenemos vientos huracanados, las estructuras van a verse afectadas y también las tareas de rescate, esperemos que el temporal no sea demasiado violento, aunque tenemos que estar preparados", dijo a la televisión local el alcalde de Chrischurch, Bob Parker.
Los socorristas, ayudados por casi 700 compañeros de todo el mundo desplazados a Nueva Zelanda, llevan desde el miércoles sin detectar señales de vida bajo las ruinas aunque no pierden la esperanza de encontrar a alguien con vida.
Las autoridades creen que el resultado de víctimas mortales por el temblor aumentará con cuentagotas y reconocen que será imposible identificar a todos los cadáveres, incluso con muestras de ADN.
Hasta 120 personas podrían estar sepultadas dentro de la sede de la televisión local CTV, entre ellos 60 estudiantes de 20 nacionalidades distintas y profesores de la escuela de idiomas King"s Education.
Allí se desató también un enorme incendio que puede haber calcinados los cuerpos hasta dejarlos irreconocibles.
En septiembre del año pasado, un temblor de 7 grados causó decenas de heridos e importantes daños materiales en Chrischurch, la segunda mayor ciudad del país con unos 380.000 habitantes. EFE
Comparte esta noticia