En la región de las Américas, el número real de muertes relacionadas con la COVID-19 se habría situado en 2020 entre 1,2 y 1,5 millones, en lugar de las 900.000 reportadas.
Las muertes causadas directa o indirectamente por la pandemia de la COVID-19 habrían sido entre el doble y el triple de las reportadas oficialmente, lo que situaría entre 6 y 8 millones el número de fallecidos, frente a los 3,4 millones reportados oficialmente, dijo este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la región de las Américas, el número real de muertes relacionadas con la enfermedad se habría situado en 2020 entre 1,2 y 1,5 millones, en lugar de las 900.000 reportadas, según las estimaciones realizadas por la OMS en el marco de la preparación de sus Estadísticas Sanitarias Mundiales y que se basan en gran medida en modalizaciones matemáticas.
En Europa los decesos se habrían situado entre 1,1 y 1,2 millones, es decir, el doble de las 600.000 muertes reportadas.
“Las muertes directas por la COVID-19 representan una fracción del verdadero impacto que ha tenido la pandemia”, declaró el analista de datos de la OMS, William Msemburi.
La estimación se ha realizado teniendo en cuenta principalmente el número total de muertes que se podían haber esperado en función de la evolución de la mortalidad observada en años anteriores, la cual se alteró por la pandemia, explicó.
“Los reportes ofrecen una foto incompleta de la situación, entre otras cosas porque mucha gente murió antes de pasar un test de covid”, agregó Msemburi.
Las Américas y Europa son las regiones que ofrecen información más completa sobre las tasas de mortalidad a nivel nacional en 2020.
3 millones de muertes adicionales
Las estadísticas han logrado capturar de forma segura que el año pasado hubo 3 millones de muertes adicionales en el mundo, con respecto a las 1,8 millones de muertes atribuidas directamente a la COVID-19 hasta diciembre.
Existe la certeza de que muchos otros murieron por el impacto de la pandemia en los sistemas sanitarios, que tuvieron que interrumpir tratamientos de enfermos crónicos y limitar al máximo la atención de pacientes, mientras que la emergencia del coronavirus disuadió o impidió que otros acudieran a los hospitales
Msemburi comentó que, del lado contrario, algunas muertes se evitaron, como en el caso de las provocadas por la gripe -por la reducción de los contactos sociales- y por accidentes de tráfico, debido a las restricciones de la movilidad.
Según la OMS, solo el 40% de países registran al menos el 90% de las muertes y sus causas, lo que indica el subrregistro que también debe observarse en el contexto de la pandemia. (EFE)
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