El padre Guillermo Inca fue secretario general adjunto del Episcopado peruano cuando Prevost era vicepresidente de la Asamblea de Obispos del Perú. Dijo que el ahora papa hizo las líneas guía de la Comisión de Protección del Menor.
El paso por el Perú del cardenal Robert Prevost, hoy el papa León XIV, sigue siendo recordado como una experiencia grata e inspiradora por parte de quienes compartieron algunos años de esas más de cuatro décadas en las que el sacerdote agustino prestó servicio eclesial en nuestro país.
Uno de ellos es el padre Guillermo Inca Pereda, que se desempeñó como secretario general adjunto del Episcopado peruano y coincidió con el por entonces obispo Prevost, cuando este era vicepresidente de la Asamblea de Obispos del Perú.
En diálogo con RPP, el sacerdote dijo que recibió con una alegría profunda la designación de Prevost como sumo pontífice, sobre todo por su vasta experiencia con las personas más humildes de nuestra nación.
"Fue una experiencia de las pocas que he tenido donde la garganta se te hace un nudo porque, escuchando los dos primeros nombres, ya intuimos el apellido, era el cardenal Prevost. Nos llenamos de mucha alegría, era un amigo, un hombre cercano, alguien con quien compartimos tantos momentos de reflexión, de decisión porque me tocaba escuchar, consultar y preguntarle a él, y la alegría fue grande. Hoy podría llamarlo con una palabra bíblica que es muy bonita y que sintetiza esta experiencia: asombro, que es admiración, gratitud y alegría profunda", señaló.
"Fue muy claro y preciso: las víctimas están en primer lugar"
El padre Inca Pereda también enfatizó la posición que mantuvo Prevost frente a casos de abuso a menores por parte de miembros eclesiales de la Iglesia Católica. En ese sentido, indicó que algunas versiones han distorsionado su actitud, que siempre fue considerar que "las víctimas están en primer lugar".
"En el Perú, siempre fue muy claro, muy preciso con el debido proceso, como decimos técnicamente, respetando a la persona, pero a lo que se tiene que hacer. No es como a veces se ha pintado y se ha distorsionado, se ha dado un tajo al costado, no. Fue muy claro y preciso: las víctimas están en primer lugar, se deben respetar, se deben atender, se deben escuchar", aseveró.
Asimismo, recordó que cumplió un rol sumamente eficiente cuando dirigió la Comisión de Protección del Menor en nuestro país, "cuando tuvo que hacerse todo el trabajo inicial".
"Antes de que sea elegido primer vicepresidente [de la Asamblea de Obispos del Perú], en el periodo previo a señor Cabrejos como presidente, y los 6 años que estuvo de vicepresidente y también dirigiendo la Comisión del Menor, en su primera etapa. A él debemos el gran trabajo de las líneas guía, este instrumento de la Comisión de Protección del Menor que ha servido tanto al país para iluminar y responder a este gran momento difícil de la Iglesia, pero que el papa Francisco quiso que sea tocado con mucha y profunda responsabilidad", indicó.
"Cuando salen los primeros documentos de Roma, pidieron que las conferencias adaptaran ese documento a cada país. Ese trabajo en gran parte, con ayuda de otros obispos, claro, pero lo hizo nuestro querido papa León XIV y preparó las bases para el trabajo posterior que se está realizando en el Perú", agregó.
Además, recordó al entonces obispo Prevost como un hombre "de profunda comunión" y de "gran compasión".
"Cuando yo pienso en el papa León XIV, yo encuentro un hombre de profunda comunión. Era siempre el obispo que estaba atento a todos los obispos sin discriminación, con una sonrisa muy leve, muy sencilla, pero siempre afable, siempre amable. [Era] un hombre que tenía mucha fidelidad al evangelio, mucha, y lo expresaba, y ese amor a Jesucristo que le hemos visto en su primer saludo", sostuvo.
"Es un hombre con gran compasión. Cuando tratamos algunos temas, me decía ‘padre, no se puede ver solamente el bosque. Hay árboles en cada bosque y cada árbol tiene que ser visto en particular’. Tenía la sensibilidad para poder mirar a las personas como seres humanos, no como una cantidad. Eso tenía mucho en el corazón", añadió.
Finalmente, señaló que Prevost siempre siguió los lineamientos de Francisco en las tareas que le eran encomendadas.
"El papa León XIV fue un hombre que siempre, cuando conversábamos, decía ‘el papa Francisco lo ha dicho’, 'caminamos juntos con el papa Francisco'. Y en un artículo muy bonito que él hizo en un folleto que publicó la Conferencia Episcopal sobre la Fratelli Tutti, él expresa casi toda su proyección en base a las palabras del papa y muy contento", recordó.
"Yo creo que siempre ha buscado él la unidad donde había un poco de distancia y ha creado esos vínculos, ese puente. Siempre fue un hombre de comunión, tejió muchas sintonías. Sabía sintonizar, como lo hemos visto en su mensaje, el tiempo litúrgico. Estamos en la resurrección y la resurrección la acentuó. Sintonizar con el mundo en guerra y puso la paz. Yo creo que su mensaje va a ser muy bueno en esta línea de servicio y comunión", puntualizó.
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