El primer ministro de Tailandia justificó el uso de la fuerza tras el fracaso del diálogo con los manifestantes, y negó la muerte de seis participantes en las protestas.
El primer ministro de
Tailandia, Abhisit Vejjajiva, instó a los manifestantes antigubernamentales a
retirarse de las calles de Bangkok y pidió a la población que coopere para
restablecer el orden en la capital.
A través de un discurso
televisado, Vejjajiva reveló que cuatro soldados resultaron heridos por
disparos de los activistas durante la carga del Ejército para desalojar una
intersección que bloqueaban en el casco viejo de la ciudad.
Otros 23 militares figuran
entre los 77 heridos en los enfrentamientos de madrugada entre las tropas y los
manifestantes en el concurrido cruce de Din Daeng en Bangkok, donde rige el
estado de excepción.
Unos 400 soldados emplearon
gas lacrimógeno y disparos al aire para dispersar a entre 100 y 300 activistas,
que respondieron con tiros y cócteles Molotov e intentaron lanzar neumáticos y
un coche en llamas contra los militares, según los servicios de emergencia.
El Ejército justificó el uso
de la fuerza tras el fracaso del diálogo con los manifestantes.
Vejjajiva negó la muerte de
seis participantes en las protestas.
Previamente, el Gobierno
anunció la detención de un número indeterminado de activistas. La Policía tiene
orden de arrestar a todos los líderes, y el principal cabecilla, Arisman
Poongruengrong, fue apresado el domingo por la mañana.
Unos 30.000 manifestantes
repartidos por toda la ciudad siguen bloqueando intersecciones y se han
concentrado delante de delante de edificios oficiales, donde algunos vehículos
policiales han sido abandonados.
Varios cientos están
formando una cadena humana alrededor del palacio gubernamental para que el
Ejército no pueda abortar la manifestación que tienen previsto celebrar esta
tarde.
El transporte ferroviario ha
sido interrumpido en Hualonpong, la estación central de la capital.
Ayer por la noche, el
Ejecutivo tailandés sacó sus tropas a las calles de Bangkok para hacer cumplir
la medida de emergencia decretada un día después de que las protestas obligaran
a cancelar una cumbre de líderes asiáticos en Pattaya.
El estado de excepción
también está en vigor en cinco provincias de los alrededores.
A lo largo de las últimas
horas, unidades de las Fuerzas Armadas han sido desplegadas por toda la zona
metropolitana y partes de la periferia, y han cerrado a cal y canta todos los
accesos que llevan al Palacio Real.
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