Seguidores del primer ministro italiano plantearon esta iniciativa, con el fin de desviar la atención de los escándalos provocados por su líder.
Aunque usted no lo crea. El polémico primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, podría ser incluido entre los aspirantes al Nobel de la Paz, pues un grupo de sus seguidores ha decidido promover su candidatura.
"Un italiano no ha ganado el Premio Nobel de la Paz desde 1907", asegura Giammario Battaglia, abogado de 36 años que ha lanzado la iniciativa hace unos meses, según cita The New York Times. "Creemos que es un buen momento", apuntó.
El grupo que defiende la candidatura del polémico político italiano asegura que él, aprovechando su amistad con el Primer Ministro ruso Vladimir V. Putin, ayudó a poner fin al conflicto entre Rusia y Georgia el pasado verano. "Él salvó vidas humanas", señala Battaglia.
Battaglia también mencionó un tratado que Berlusconi ayudó a negociar con Libia el año pasado. "Lo vemos no solo como un premio a una persona, sino como un premio a las características italianas".
Sin embargo, esta iniciativa toma fuerza en momentos que Berlusconi vive sus días más aciagos, ya que han saltado a la palestra sus cuestionadas relaciones con atractivas jovencitas, algunas incluso menores, situación que ha provocado que su esposa, Verónica Lario, le haya pedido el divorcio.
Incluso, esta semana, un tribunal ha empezado a analizar una denuncia sobre el presunto uso de aviones del Estado para transportar a huéspedes a fiestas en su villa de Cerdeña.
"Un italiano no ha ganado el Premio Nobel de la Paz desde 1907", asegura Giammario Battaglia, abogado de 36 años que ha lanzado la iniciativa hace unos meses, según cita The New York Times. "Creemos que es un buen momento", apuntó.
El grupo que defiende la candidatura del polémico político italiano asegura que él, aprovechando su amistad con el Primer Ministro ruso Vladimir V. Putin, ayudó a poner fin al conflicto entre Rusia y Georgia el pasado verano. "Él salvó vidas humanas", señala Battaglia.
Battaglia también mencionó un tratado que Berlusconi ayudó a negociar con Libia el año pasado. "Lo vemos no solo como un premio a una persona, sino como un premio a las características italianas".
Sin embargo, esta iniciativa toma fuerza en momentos que Berlusconi vive sus días más aciagos, ya que han saltado a la palestra sus cuestionadas relaciones con atractivas jovencitas, algunas incluso menores, situación que ha provocado que su esposa, Verónica Lario, le haya pedido el divorcio.
Incluso, esta semana, un tribunal ha empezado a analizar una denuncia sobre el presunto uso de aviones del Estado para transportar a huéspedes a fiestas en su villa de Cerdeña.
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