Alemania, Francia, Italia y otros países del continente europeo se encuentran en medio de la tercera ola de la COVID-19 y hasta esperan una cuarta. ¿Qué podemos aprender de esta fase de la pandemia?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la pandemia de la COVID-19 ha entrado a una fase “crítica” en Europa, continente que ha registrado más de un millón de muertes desde el inicio de la crisis sanitaria. Los 52 países y territorios de la región totalizan al menos 1.000.531 muertes (en más de 46,5 millones de casos), por delante de América Latina y el Caribe (832.755 muertes, 26,2 millones de contagios).
Sin embargo, las tendencias son diferentes y hasta contrapuestas de acuerdo a la zona geográfica en esta tercera ola de la COVID-19. Varios países experimentan cifras crecientes en las infecciones, con restricciones en vigor, mientras las autoridades intentan acelerar las campañas de vacunación. Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a una ola de la pandemia?
El médico epidemiólogo e investigador y docente de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), Antonio Quispe, indica que esta puede definirse como el incremento seguido de una disminución sostenida y sustancial del número de casos del virus. En el Perú, por ejemplo, hubo una primera ola con dos picos, al igual que la segunda ola, que ya experimenta un repunte de casos en la actualidad.
Uno de los países más golpeados por la pandemia es el Reino Unido, que se encuentra en un momento de esperanza, pese a haber sido en un momento de la pandemia uno de los territorios más afectados y a pasar un invierno confinado: este lunes celebró al alcanzar su objetivo de vacunación a mayores de 50 años, y volvió a habilitar las terrazas de los bares y las peluquerías.
Actualmente, el Reino Unido tiene menos de 3.000 casos y 50 muertes diarias. Los pacientes hospitalizados no llegan a 3.000, contra los casi 40.000 en el peor momento de enero. Además, casi el 60% de la población ha recibido una primera dosis de vacuna y este lunes alcanzó con algo de anticipación el objetivo de ofrecer al menos una primera dosis a los mayores de 50 años y a los más vulnerables o expuestos, según anunció el gobierno.
Mientras tanto, Alemania ha cruzado el umbral de los tres millones de infectados. "Esta tercera ola es quizás la más dura", dijo el lunes la canciller Angela Merkel, quien recordó que la vacunación es "el arma más importante contra el virus". En este país europeo, la gran mayoría de las nuevas infecciones corresponde a la variante británica del virus.
Merkel logró el martes imponer su línea estricta frente a las regiones y establecerá próximamente un mecanismo nacional que armonice las restricciones en todo el territorio: los toques de queda nocturnos, la reducción de contactos y el cierre de comercios serán obligatorios cuando la tasa de incidencia, que mide las infecciones durante una semana, supere 100 durante tres días. El martes pasado esa tasa de incidencia se situó en 140,9 en el país.
El médico epidemiólogo Antonio Quispe señala que Alemania, particularmente, se tuvo una alerta temprana con respecto a la segunda ola, algo que tuvo como consecuencia que más gente pudiera infectarse durante la tercera.
“Si has sido eficiente controlando la expansión del virus en la primera y segunda ola, lo que te queda es población que no ha sido infectada con la COVID-19 y eso significa un reservorio muy importante para empezar una tercera ola. Es exactamente esto lo que pasa en Alemania, Italia y Francia”, sostiene. A esto, dice el especialista, se le llama “la danza”: “Se implementan medidas de restricción, controlan hasta que los contagios vuelven a repuntar y, entonces, vuelven a cerrar”, añade.
De su lado, Francia, también inmersa en la tercera ola, extenderá la vacunación el lunes a todas las personas de 55 años o más, con las vacunas de AstraZeneca o de Johnson & Johnson. El país ha vuelvo a un confinamiento parcial nacional desde el 3 de abril, roza las 100.000 muertes por COVID-19 y ha registrado un fuerte aumento de contagios. Solo el lunes se registraron más de 5.900 pacientes en cuidados intensivos, una cifra que no se había visto desde hace un año.
Esto, explica la asesora de políticas de salud en Médicos sin Fronteras, Ángela Uyen, se ha traducido en medidas para viajar al continente europeo, ya que para ello es indispensable que el viajero presente una causal importante de viaje, además de tests de entrada. Además, ciertos países exigen una cuarentena al llegar al país de destino. “Cualquier persona que ingrese a Alemania tiene que hacer una cuarentena obligatoria de cinco días y un test”, aclara.
En Italia, mientras tanto, la situación no es muy distinta: según los últimos conteos oficiales, se encuentra entre los países con más fallecidos diarios, con 331, después de Brasil y la India. A pesar de esta situación, e Nápoles, al sur del país, cientos de comerciantes se manifestaron este sábado contra los cierres de sus tiendas, mostrando ropa interior femenina, pues los establecimientos que venden ese artículo "esencial" no están obligados a bajar la persiana durante el confinamiento.
VARIANTE DEL REINO UNIDO
La variante de la COVID-19 proveniente del Reino Unido ha tenido un rol fundamental en lo que ha significado la tercera ola para los países europeos. Ángela Uyen, explica que esta variante se ha extendido rápidamente a más de 27 países europeos. “De acuerdo con la OMS, es dominante en Dinamarca, Italia, Irlanda, Alemania, Francia, los Países Bajos, España y Portugal”, explica.
Además, el doctor Manuel Loayza, médico epidemiólogo y docente de posgrado de la Universidad Norbert Wiener, menciona que desde setiembre en que apareció la nueva variante del SARS CoV-2 en Reino Unido, “esta ha causado un aumento sin precedentes en el número de casos es ese país y se ha convertido en variante predominante”.
Pero, ¿es esta variante más contagiosa? Según el primer ministro británico, Boris Johnson, esta variante podría ser hasta un 70% más contagiosa, y esto ha llevado a numerosos países europeos y del resto del mundo a suspender sus conexiones aéreas con el Reino Unido.
De acuerdo con la última investigación, dirigida por el investigador Axel Gandy, del grupo de expertos del Imperial College de Londres, la transmisión de la nueva variante se triplicó durante el confinamiento decretado en Inglaterra el pasado noviembre: mientras que las medidas no sirvieron para frenar la propagación de la nueva variante, sí llevaron a que la versión anterior descendiera a la tercera parte.
Este estudio se dio a conocer después de que se alcanzara un récord de contagios diarios en el conjunto del Reino Unido, al registrarse 55.892 nuevos positivos, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia.
PROCESOS DE VACUNACIÓN
La mayoría de los países europeos continúa con restricciones como cuarentenas (generales y localizadas), restricciones de viajes y uso obligatorio de la mascarilla en lugares públicos. En medio de la tercera ola y el agotamiento de los sistemas de salud, las personas continúan protegiéndose contra el virus, al mismo tiempo que las campañas de vacunación van implementándose lentamente en varios países de la Unión Europea.
Sin embargo, mientras la vacunación avanza en ciertos países, como es el caso de Israel, en donde llevar mascarilla al aire libre dejará de ser obligatorio a partir de la siguiente semana. Como se sabe, Israel apostó por la vacunación masiva de su población para luchar contra la COVID-19, siendo el primero de los países en imponer el uso de la mascarilla en lugares públicos durante la primavera del 2020.
Actualmente, el 53% de su población de 9,3 millones de habitantes ya ha recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech. El país registraba a mediados de enero un pico de 10.000 contagios diarios. Actualmente son inferiores a 200, y la tasa de positivo en los tests es del 0,3.
“Las vacunas están diseñadas primariamente para salvar vidas, lo que previenen es mortalidad y enfermedad severa. El detalle es que la eficacia en términos de eficacia para prevenir la enfermedad. La vacuna ha disminuido la mortalidad en pacientes en países en donde la han implementado. En el caso de Israel, Estados Unidos y el Reino Unido. La disminución es importante al aumentar la tasa de vacunación. Es una competencia en alcanzar tasas importantes de vacunación”, indica Quispe.
A pesar de que en otros territorios la vacunación no se ha dado a un ritmo tan acelerado, la proporción de muertes por COVID-19 en Europa entre las personas mayores de 80 años descendió a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia, hasta representar el 30%, gracias a la vacunación, según aclaró el director regional de la OMS.
"En los últimos dos meses, la tendencia en las personas mayores de 80 años se alejó de la tendencia observada en todos los demás grupos de edad, lo que podría deberse a la importante proporción de la vacunación en este grupo de alto riesgo", precisó Hans Kluge.
Además, el 25 de febrero de este año, la Unión Europea decidió introducir un “certificado de vacunación” para los viajeros. “Tengamos en cuenta que en Europa viene el verano; es decir, van a pedir una vacuna para poder viajar. Esto será requerido especialmente en países que acogen a muchos turistas como Grecia. Por ejemplo, Grecia, Chipre y Malta negocian con Israel, para que desde abril ciudadanos israelíes puedan ingresar a estos países sólo con un pase de vacunado”, explica Uyen.
¿ENFRENTARÁ EL PERÚ UNA TERCERA OLA?
Los especialistas concluyen que es inminente que el país experimente una tercera ola. Lo que nos queda, por ahora, es tomar como experiencia lo sucedido en otros países.
Dentro del aprendizaje que hemos tenido de las primeras olas, Uyen destaca la importancia del uso del oxígeno como uno de los elementos más importantes para salvar vidas. “Hemos aprendido que hay que identificar la tempranamente, que el oxígeno y los pulsioxímetros salvan vidas”, añade.
Además, ha quedado como experiencia la importancia de la vigilancia epidemiológica y del sistema nacional de laboratorios, con el objetivo de identificar rápidamente las diferentes variantes que afectan a la población.
“Cuando empezó la pandemia, casi el 100% de los pacientes en UCI se morían, entonces aprendimos que el tratamiento no es la ventilación mecánica; es la oxigenoterapia y antes de ella podemos dar una oxigenoterapia de alto flujo, que en combinación con algunos tratamientos que son recomendados para pacientes severos se ha bajado la tasa de mortalidad en pacientes severos a menos del 10%. Hoy día sobreviven la gran mayoría de los pacientes que en la primera ola se morían”, explica Antonio Quispe.
Asimismo, añade que una tercera ola en el país es inminente, ya que las nuevas variantes de la COVID-19 ya empezaron a diseminarse en todo el país. “No tenemos las suficientes vacunas para poder prevenirla. En la medida en que la población entera, o el 90%, esté vacunada, vamos a poder voltear la página de la tercera ola y la COVID-19 en general. Pero si no logramos llegar a tasas importantes de vacunación, controlamos la segunda ola, es muy probable que haya una tercera”, comenta.
Con respecto a cuándo podría enfrentar el país una tercera ola de la COVID-19, el consejero médico de RPP Noticias, el doctor Elmer Huerta, explica que es vital conocer la situación de los países europeos y norteamericanos para poder realizar una proyección en el Perú.
“Creo que sería injusto decir si va o no a ocurrir una tercera ola en América Latina y en el Perú, sino más bien cuándo va a ocurrir. Y, en ese sentido, es sumamente importante que nuestras autoridades empiecen a prepararse para una tercera ola. Oxígeno, medicamentos, postas médicas. Todo lo que tenemos de carencia tiene que ser reforzado para enfrentar una tercera ola”, comenta.
Además, agrega que esta se empezará a desarrollar cuando cambie el clima; es decir, en abril y mayo, meses en los que empieza a cambiar la temperatura hacia el invierno, tal como sucedió en Europa.
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