´Ya no tengo paciencia ante este comportamiento´, señala la demandante, que ha estado casada por cuatro años. La justicia saudí estudia el caso.
Una mujer saudí de 29 años quiere divorciarse de su marido porque este le pide "demasiadas prácticas sexuales", según la revista de Internet Sabq.
La publicación no ofrece el nombre de esta mujer, cuyo trabajo es el de profesora, que ha presentado una queja contra su marido y ha pedido a un tribunal que le conceda el divorcio por "excederse la pareja en su legítimo derecho a practicar sexo".
"Ya no tengo paciencia ante este comportamiento", afirma. "He tenido paciencia durante más de cuatro años, pero ya no puedo aguantar esta situación", según las declaraciones recogidas por la revista.
Al parecer, la mujer ha intentado explicar a su marido que sus prácticas sexuales son "una exageración", especialmente tras compartir sus inquietudes con otras esposas.
Al principio de su matrimonio, cuando el fervor sexual del hombre ya era alto, sus amigas le aconsejaron tener paciencia ya que lo normal, según ellas, sería que se calmara con el tiempo.
Sin embargo, lejos de disminuir, el deseo sexual de su marido pareció aumentar con el paso de los años. "Yo no he notado ningún cambio desde el principio, por el contrario, su deseo por sexo más bien ha aumentado, en lugar de reducirse", declaró.
De momento, el juez ha dicho que no puede conceder el divorcio y que necesita más tiempo para estudiar los detalles de las prácticas entre la pareja antes de emitir un veredicto final
La publicación no ofrece el nombre de esta mujer, cuyo trabajo es el de profesora, que ha presentado una queja contra su marido y ha pedido a un tribunal que le conceda el divorcio por "excederse la pareja en su legítimo derecho a practicar sexo".
"Ya no tengo paciencia ante este comportamiento", afirma. "He tenido paciencia durante más de cuatro años, pero ya no puedo aguantar esta situación", según las declaraciones recogidas por la revista.
Al parecer, la mujer ha intentado explicar a su marido que sus prácticas sexuales son "una exageración", especialmente tras compartir sus inquietudes con otras esposas.
Al principio de su matrimonio, cuando el fervor sexual del hombre ya era alto, sus amigas le aconsejaron tener paciencia ya que lo normal, según ellas, sería que se calmara con el tiempo.
Sin embargo, lejos de disminuir, el deseo sexual de su marido pareció aumentar con el paso de los años. "Yo no he notado ningún cambio desde el principio, por el contrario, su deseo por sexo más bien ha aumentado, en lugar de reducirse", declaró.
De momento, el juez ha dicho que no puede conceder el divorcio y que necesita más tiempo para estudiar los detalles de las prácticas entre la pareja antes de emitir un veredicto final
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