No obstante, ante el riesgo de un nuevo vertido, las autoridades han levantado un dique de 1.500 m. de largo que aseguran será capaz de desviar y contener una nueva avalancha.
El Gobierno húngaro ha asegurado hoy que los habitantes de Kolontár, la aldea más afectada por el vertido tóxico de la pasada semana, pueden regresar ya mañana a sus casas, pese a que sigue existiendo el riesgo de una nueva riada.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, insistió en la posibilidad de que la balsa que provocó el vertido del día 4 termine de fracturarse, lo que causaría una nueva fuga tóxica.
Illés explicó que siguen aumentando de tamaño las grietas en la balsa, donde ya hay un boquete de unos 20 metros de ancho y cuyos muros norte y oeste amenazan con desplomarse.
Una de las fisuras tiene ya 55 centímetros, después de haberse ensanchado 1,5 centímetros desde ayer.
Pese a ello, el Gobierno mantiene que no hay riesgo para los vecinos al entender que el dique de protección construido, en previsión de una nueva fuga, es suficiente protección.
"El dique de contención da la suficiente seguridad a los habitantes de Kolontár", aseguró hoy el secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, según recoge la agencia MTI.
Ante el riesgo de un nuevo vertido, las autoridades han levantado un dique de 1.500 metros de largo que aseguran será capaz de desviar y contener una nueva avalancha.
Illés explicó que los aproximadamente 700 habitantes de la localidad serán informados a lo largo del día de hoy de que a partir de mañana podrán regresar a sus casas.
El pueblo fue evacuado el sábado ante el peligro de que se fracturara totalmente la balsa de la el pasado día 4 se escapó la ola de lodos contaminantes.
Desde entonces, las autoridades permitieron a algunos vecinos acceder a sus propiedades para alimentar a sus animales de granja.
Sin embargo, una veintena de habitantes decidió regresar el mismo día de la evacuación, aunque se les exigió que firmaran una declaración en la que asumían la responsabilidad de volver a la zona de peligro.
La portavoz de Protección Civil, Györgyi Tüttös, indicó hoy a Efe que las calles de Kolontár y de Devecser, la otra localidad más afectada, han sido limpiadas con yeso por lo que en muchos puntos ya "desaparecieron las manchas rojas que había de dejado el lodo", mejorando así "la calidad de vida".
Además, los soldados destacados en Devecser para dirigir una posible evacuación de emergencia se han retirado ya a sus cuarteles.
Illés no se refirió a posibles riesgos para la población por la presencia en el aire de polvo procedente del secado de los lodos tóxicos y que ha obligado a los operarios en la zona a usar mascarillas.
Por otra parte, se espera que la planta de producción de aluminio dueña de la balsa que provocó el vertido retome su actividad hoy o mañana.
Tímea Petróczi, también portavoz de Protección Civil, explicó hoy a Efe que la producción en la empresa MAL podrá reiniciarse hoy o mañana, en función de "cuándo se consigan las autorizaciones oficiales".
El director de MAL, Zoltán Bakonyi, detenido esta semana bajo la acusación de negligencia, fue puesto ayer en libertad, ya que la fiscalía no pudo argumentar de forma convincente los cargos.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya dijo el lunes que lo sucedido se debió a un error humano y que los responsables serían "castigados severamente".
De hecho, la empresa ha sido puesta bajo control estatal, para evitar que se pierdan los 3.000 puestos de trabajo que dependen de esta planta.
EFE
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, insistió en la posibilidad de que la balsa que provocó el vertido del día 4 termine de fracturarse, lo que causaría una nueva fuga tóxica.
Illés explicó que siguen aumentando de tamaño las grietas en la balsa, donde ya hay un boquete de unos 20 metros de ancho y cuyos muros norte y oeste amenazan con desplomarse.
Una de las fisuras tiene ya 55 centímetros, después de haberse ensanchado 1,5 centímetros desde ayer.
Pese a ello, el Gobierno mantiene que no hay riesgo para los vecinos al entender que el dique de protección construido, en previsión de una nueva fuga, es suficiente protección.
"El dique de contención da la suficiente seguridad a los habitantes de Kolontár", aseguró hoy el secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, según recoge la agencia MTI.
Ante el riesgo de un nuevo vertido, las autoridades han levantado un dique de 1.500 metros de largo que aseguran será capaz de desviar y contener una nueva avalancha.
Illés explicó que los aproximadamente 700 habitantes de la localidad serán informados a lo largo del día de hoy de que a partir de mañana podrán regresar a sus casas.
El pueblo fue evacuado el sábado ante el peligro de que se fracturara totalmente la balsa de la el pasado día 4 se escapó la ola de lodos contaminantes.
Desde entonces, las autoridades permitieron a algunos vecinos acceder a sus propiedades para alimentar a sus animales de granja.
Sin embargo, una veintena de habitantes decidió regresar el mismo día de la evacuación, aunque se les exigió que firmaran una declaración en la que asumían la responsabilidad de volver a la zona de peligro.
La portavoz de Protección Civil, Györgyi Tüttös, indicó hoy a Efe que las calles de Kolontár y de Devecser, la otra localidad más afectada, han sido limpiadas con yeso por lo que en muchos puntos ya "desaparecieron las manchas rojas que había de dejado el lodo", mejorando así "la calidad de vida".
Además, los soldados destacados en Devecser para dirigir una posible evacuación de emergencia se han retirado ya a sus cuarteles.
Illés no se refirió a posibles riesgos para la población por la presencia en el aire de polvo procedente del secado de los lodos tóxicos y que ha obligado a los operarios en la zona a usar mascarillas.
Por otra parte, se espera que la planta de producción de aluminio dueña de la balsa que provocó el vertido retome su actividad hoy o mañana.
Tímea Petróczi, también portavoz de Protección Civil, explicó hoy a Efe que la producción en la empresa MAL podrá reiniciarse hoy o mañana, en función de "cuándo se consigan las autorizaciones oficiales".
El director de MAL, Zoltán Bakonyi, detenido esta semana bajo la acusación de negligencia, fue puesto ayer en libertad, ya que la fiscalía no pudo argumentar de forma convincente los cargos.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya dijo el lunes que lo sucedido se debió a un error humano y que los responsables serían "castigados severamente".
De hecho, la empresa ha sido puesta bajo control estatal, para evitar que se pierdan los 3.000 puestos de trabajo que dependen de esta planta.
EFE
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