Diseñado en Suiza, el robot YuMi agita su batuta con una mano, mientras que la otra se mueve en el aire como una caricia, al son del aria "La Donna E' Mobile" de Verdi.
La voz del tenor italiano Andrea Bocelli resuena en la bóveda del teatro toscano, pero todas las miradas se concentran en el director de orquesta: un robot con aparente afición por Verdi.
El concierto ofrecido en Pisa fue su estreno mundial. Sus dos brazos mecánicos dirigieron música en vivo en el cierre del primer congreso mundial de robótica.
Diseñado en Suiza, el robot YuMi agita su batuta con una mano, mientras que la otra se mueve en el aire como una caricia, al son del aria "La Donna E' Mobile" de Verdi.
Pero los amantes de la música deben saberlo: YuMi puede dirigir partituras pero no improvisar, reaccionar o interactuar con los músicos. "Fue muy difícil de entrenar", explica Andrea Colombini, director de la orquesta filarmónica de Lucca, que acompañó a Bocelli y a la soprano Maria Luigia Borsi este martes.
Diseñado por el líder en robótica ABB, YuMi aprendió a imitar los movimientos de Colombini. Según el maestro, el autómata es mucho más sofisticado que su rival Asimo, el robot blanco de 1,2 metros diseñado por Honda y que dirigió la orquesta sinfónica de Detroit en 2008.
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