Además de las 210 víctimas mortales, los incendios forestales que arrasaron hace un mes Victoria destruyeron más de 2.000 casas y quemaron 400.000 hectáreas.
Las rachas de viento de hasta
"Es un día de extremo peligro", dijo a los periodistas el portavoz del departamento de Medio Ambiente, Ian Mansergh, antes de que las rachas de viento dieran paso a una ligera brisa y una leve lluvia cayera sobre algunas zonas del estado.
Tras la mejora que registró la climatología, cerca de 5.000 bomberos continuaron trabajando en las zonas situadas al norte y el oeste de Melbourne, en las que están localizados los cuatro mayores incendios.
Ewan Waller, funcionario de Medio Ambiente, señaló que unos 3.000 bomberos participaban en las tareas de extinción y que el resto del personal abre cortafuegos y retira rastrojos con la ayuda de maquinaría pesada.
Un nuevo incendio se declaró cerca de la localidad de Ballarat, a unos
"Pedimos a los residentes que patrullen las inmediaciones de sus casas para que examinen si caen brasas", solicitó el servicio de bomberos de Ballarat por medio de un comunicado emitido por la radio local.
El jefe del departamento de extinción de incendios de Victoria, Russell Rees, recomendó mantener la guardia a los habitantes de las localidades próximas a las zonas boscosas ante el riesgo de que se produzcan cambios súbitos en la dirección del viento.
"La temperatura es irrelevante, el riesgo todavía existe" señaló el funcionario.
Al menos 400 colegios y guarderías de localidades del oeste y sureste de Melbourne, recibieron instrucciones de cerrar, mientras que
Los incendios que más preocupan a las autoridades son los que los bomberos combaten con escaso éxito y desde hace tres semanas en la región de Kilmore-Murrindindi, al noreste de Melbourne, y en la zona de Wilsons Prom en el sureste de Victoria.
Otros frentes activos son el de Bunyip, donde han ardido más de
Además de las 210 víctimas mortales, los incendios forestales que arrasaron hace un mes Victoria destruyeron más de 2.000 casas y quemaron
Los incendios se producen después de casi 13 años de continua sequía en el estado de Victoria, donde durante los dos primeros meses de 2009 las precipitaciones han dejado apenas cuatro milímetros de agua, según el departamento de Meteorología.
El ayudante del comisionado de
EFE
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