Un zoologo estadounidense subió un video a Youtube en el que demostró que no siempre hay que temer a las abejas y que, incluso, algunas veces hay que ayudarlas.
Lo habitual ante la presencia de una abeja es espantarla o en el peor de los casos "pasarla a mejor vida" dándole un golpe contundente con el primer objeto que hallemos a mano y luego, ya rendida en el suelo, ultimarla con un pisotón. Su temible aguijón pone nervioso a cualquiera.
Afortunadamente hay quienes reaccionan distinto y ven más allá de la potencial amenaza de una abeja volando a nuestro alrededor. Gente que, incluso, puede darse cuenta si uno de estos animalitos necesitan de nuestra ayuda y con ello cambiar nuestra perspectiva sobre especies con las que guardamos distancias.
Es el caso del zoólogo estadounidense, Dolph C. Volker, quien demostró que una abeja posada en un muro o tendida sobre el piso puede que esté muy cansada o "muerta de hambre".
En un video subido a Youtube se ve como una de ellas, rendida por la debilidad, se deja coger sin hacer un solo amago de agresividad o de querer huir. El hombre luego la posa sobre la palma de su mano donde previamente había vertido un poco de miel para alimentarla.
Volker ayuda a la abeja a ubicarse sobre la miel y una vez bien posicionada se ve como succiona el fluido que nuevamente le dará energía. Más tarde el zoólogo lleva al insecto hasta una flor donde, luego de posarse, alza veloz vuelo completamente revitalizada.
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