Los restos, que datan de hace 350 millones de años y están hechos de cartílago blando, fueron encontrados en una montaña de Marruecos.
Un equipo internacional ha encontrado los primeros restos esqueléticos de Phoebodus, un tiburón de hace 370 millones de años, en las montañas Anti-Atlas en Marruecos.
Los antiguos tiburones que se extinguieron hace mucho tiempo dejaron muchos dientes, pero muy poca evidencia de su existencia. Esto se debe a que sus esqueletos estaban hechos de cartílago blando en lugar de hueso duro.
Debido a eso, los esqueletos fosilizados raros generan mucha emoción en la comunidad arqueológica. En este nuevo esfuerzo, los investigadores informan que encontraron un esqueleto fosilizado completo de Phoebodus, un tiburón que vivió hace más de 350 millones de años.
El fósil de tiburón se encontró en una región montañosa de Marruecos que había sido una cuenca de aguas poco profundas. Los investigadores también encontraron varios cráneos y partes de otra especie de Phoebodus en el mismo sitio.
Las pruebas del material en el que se fosilizaron los restos del tiburón revelaron que los especímenes tenían aproximadamente 370 millones de años. Antes del hallazgo, la única evidencia de Phoebodus era tres dientes.
Era parecido a una anguila
Los investigadores señalan que Phoebodus se extinguió en una parte temprana del Carbonífero, mucho tiempo antes de que muchas de sus características evolucionaran en otras criaturas marinas modernas.
Al estudiar el esqueleto fosilizado, los investigadores pudieron ver que cuando estaba vivo, el tiburón tenía un cuerpo largo y delgado (casi como una anguila), un cráneo plano y una mandíbula larga.
Señalaron que tenía un parecido sorprendente con el tiburón anguila moderno, aunque los dos no están relacionados. Los dientes, en particular, eran muy similares: redondos y puntiagudos y girando hacia adentro, en lugar de los bordes serrados más familiares. Tales tiburones tienden a agarrar presas y aferrarse a ellos como un bulldog y luego se los tragan enteros.
Los investigadores sugieren que la semejanza entre el tiburón antiguo y el tiburón moderno puede dar a los investigadores algunas ideas sobre cómo cazó Phoebodus.
EUROPAPRESS
Comparte esta noticia