Seúl y Washington coinciden en la necesidad de reavivar el estancado diálogo, pero aparentemente divergen en las vías para incitar a Pyongyang a que muestre avances en su desnuclearización.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, parte hoy rumbo a Washington, donde celebrará una cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, para tratar de reactivar el diálogo sobre desnuclearización con Pyongyang tras la fallida cumbre de Hanói.
"Esta nueva cumbre se produce porque es necesario que los dos países (Corea del Sur y Estados Unidos) mantengan consultas para reactivar rápidamente el empuje del diálogo", dijo este miércoles el vicedirector de la Oficina de Seguridad Nacional surcoreana, Kim Hyung-chong, en una rueda de prensa en la oficina presidencial.
La reunión en febrero pasado en la capital vietnamita entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se cerró sin acuerdo con respecto al proceso para desnuclearizar Pyongyang.
El desacuerdo giró en torno al número de activos del programa de armas norcoreano a desmantelar (además del nuclear, Washington abogó porque Pyongyang desmantelara también los de misiles y armas químicas y biológicas) y al volumen de sanciones internacionales sobre el régimen que EEUU aliviaría a modo de "medida correspondiente".
Washington consideró insuficiente lo ofrecido por Pyongyang, que pidió el levantamiento de buena parte de las sanciones a cambio de inutilizar su centro de investigación nuclear de Yongbyon.
Seúl y Washington coinciden en la necesidad de reavivar el estancado diálogo, pero aparentemente divergen en las vías para incitar a Pyongyang a que muestre avances en su desnuclearización.
Mientras que Trump se ha mostrado muy tajante, Moon parece ser más partidario de recompensar progresivamente al régimen por sus avances, y es previsible que ambos líderes traten esto en su inminente cumbre en Washington.
A su vez, es muy posible que el presidente surcoreano hable con Trump sobre la posibilidad de celebrar un nuevo encuentro con Kim, en lo que sería la cuarta cumbre intercoreana en un año, para dar impulso a las negociaciones y evitar que descarrilen. (EFE)
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