"Las mujeres chinas seguirán corriendo peligro de ser sometidas a formas intrusivas de anticoncepción o a abortos forzosos", señaló Amnistía Internacional.
La organización Amnistía Internacional (AI) afirmó este jueves, tras el anuncio del fin de la política del hijo único en China, que autorizar a partir de ahora a todas las parejas del país a tener dos vástagos no es un cambio suficiente, pues seguirá abierta la puerta a abusos tales como los abortos forzados.
"Las mujeres chinas seguirán corriendo peligro de ser sometidas a formas intrusivas de anticoncepción o a abortos forzosos a pesar de que las autoridades hayan anunciado este cambio", señaló en un comunicado William Nee, investigador de AI para China, pocas horas después de que el Partido Comunista informara de la histórica reforma.
La medida "no es suficiente", añadió el activista, quien advirtió de que las parejas que ya tengan dos niños todavía podrían ser sometidas a medidas coercitivas "equivalentes a la tortura".
Nee afirmó que "un Estado no tiene por qué entrometerse regulando cuántos niños puede tener la gente" y subrayó que "si China se toma con seriedad el respeto a los derechos humanos, debe inmediatamente acabar con los controles tan agresivos y punitivos ante la decisión de las personas de formar una familia".
AI recordó en el comunicado que sigue recibiendo informes de abortos y esterilizaciones forzosas en China, de los que uno de los principales denunciantes en la pasada década fue el abogado invidente Chen Guangcheng, actualmente con residencia en EEUU tras su huida de las autoridades chinas en 2012.
La organización con sede en Londres puso el ejemplo de 1.377 personas en la ciudad meridional de Puning que en 2010 fueron detenidas aparentemente para presionar a parejas de las que eran parientes para que se dejaran esterilizar.
EFE
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