Nuestro enviado especial visitó uno de los atractivos turísticos más importantes del gigante asiático.
Armando Canchanya, enviado especial de RPP Noticias a China, llegó a la Ciudad Prohibida, el más grande palacio del mundo, residencia del emperador, de su familia y de todos sus colaboradores cercanos; y símbolo de la opulencia del gigante asiático.
Algo de historia. Varias dinastías de gobernantes chinos pasaron sus días dentro de los muros de este complejo de más de 700 mil metros cuadrados, donde vivía el emperador rodeado de sus familias, sus concubinas, funcionarios y demás sirvientes. Incluso, expertos especulan con la posibilidad de que varios emperadores ni siquiera llegaron a salir de sus muros de la ciudadela, dado su tamaño y que dentro de ella encontraban todo lo necesario.
La experiencia. Pese a la majestuosidad del monumento, el ingreso puede ser tedioso, por la cantidad de turistas que lo visitan y por los estrictos controles. Otro dato curioso es que en las puertas de la Ciudad Prohibida se estaciones vehículos muy parecidos a nuestros mototaxis, que por una módica suma llevan a los turistas a diversos lugares, como la Plaza de Tiananmén, considerada la más grande del mundo.
Comparte esta noticia