El presidente de Estados Unidos defendió una vez más la prohibición del ingreso de refugiados que provengan de siete países musulmanes.
Donald Trump defendió una vez más su política anti-inmigratoria sobre siete países musulmanes. El presidente de Estados Unidos dijo que lo importante de esta orden es el objetivo y no el nombre que le den.
"Todo el mundo está discutiendo si es o no un VETO. ¡Llámenlo como quieran, se trata de mantener a personas malas (con malas intenciones) fuera del país!", dijo Trump en su cuenta personal de Twitter. Sin embargo, el lunes pasado utilizó esa misma denominación en otro mensaje.
La polémica orden ejecutiva, que el mandatario firmó el viernes pasado, suspende por 120 días la acogida en Estados Unidos a refugiados provenientes de Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen. Además, detiene por 90 días la emisión de visados para estos ciudadanos que, en su mayoría, son musulmanes. El primer día de su aplicación, más de mil viajeros con documentos en regla fueron impedidos de viajar.
Acusan a la prensa. Hace dos días, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, rechazó que la orden sea de "prohibición". En su rueda de prensa, enfatizó que "no es una medida extrema, sino razonable y necesaria". Spicer incluso afirmó que es necesario sospechar de los niños musulmanes y responsabilizó a la prensa por crear "confusión" al informar sobre el tema.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, también justificó la medida y defendió su aplicación. Kelly aseguró que la orden no es una "prohibición de viaje contra musulmanes", sino una "pausa" temporal para realizar una revisión del programa de refugiados y visados.
(EFE)
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