Matthew Jason Beddingfield participó junto a su padre en el asalto al Congreso, espoleado por las acusaciones infundadas del expresidente Donald Trump sobre un supuesto fraude electoral.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) detuvo este martes a uno de los amotinados que participó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, que en ese momento estaba bajo fianza por intento de asesinato durante un tiroteo en 2019.
Se trata de Matthew Jason Beddingfield, oriundo de Carolina del Norte, quien junto a su padre Jason, viajó aquel día a Washington, espoleado por las acusaciones infundadas del expresidente Donald Trump sobre un supuesto fraude electoral en las presidenciales de 2020.
Tras ser identificado casi diez meses después de aquellos hechos, Beddingfield fue detenido este martes y se enfrenta ahora a cargos por los delitos de agresión a un agente de la autoridad, portar un arma, invadir espacios restringidos del Capitolio, e intentar obstaculizar procedimientos oficiales.
Participó en mitin previo al asalto
Padre e hijo habían participado en un mitin anterior al asalto, celebrado también en Washington un año antes en noviembre en el que Donald Trump ahondó en esas teorías de la conspiración que propiciaron los altercados del 6 de enero.
Cuando Beddingfield se sumó aquel recordado 6 de enero a la turba de simpatizantes de Trump se encontraba bajo fianza por un delito de intento de asesinato en primer grado en relación a su participación en un tiroteo en diciembre de 2019, cuando tenía 19 años, cuenta la NBC.
Beddingfield, quien logró entonces salir en libertad tras el pago de una fianza de unos 100 000 dólares, tuvo tiempo incluso después de participar en el asalto al Capitolio de declararse culpable de otro cargo menor relacionado con aquel tiroteo.
Más de 700 detenidos por el asalto
En las imágenes recopiladas por el Departamento de Justicia y el FBI se puede ver a Beddingfield liderando uno de estos grupúsculos que pretendía acceder por la fuerza al edificio del Capitolio, atacando a los agentes con los mástiles de sus banderas estadounidenses y de apoyo a Trump, y arrojándoles otros objetos contundentes, como extintores o barras de metal.
Desde que se produjeron aquellos incidentes, más de 700 personas han sido detenidas por su implicación en los mismos, entre ellas hay reconocidos integrantes algunas de peligrosas y fuertemente armadas milicias de extrema derecha, como Proud Boys y Oath Keepers, mientras que el comité especial de la Cámara de Representantes ha tomado declaración a decenas de colaboradores del expresidente Donald Trump.
El FBI señaló que hay detenidos de casi cada uno de los cincuenta estados que conforman el país. La principal acusación que han presentado los fiscales es la de ingresar de manera ilegal en un lugar restringido, unos 640; mientras que el resto de los cargos más recurrentes son por agresión o resistencia a la autoridad.
(Europa Press)
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