Un juez ordenó al gigante agroindustrial Monsanto pagarle este monto a Dewayne Johnson, un conserje de 46 años diagnosticado con un cáncer incurable.
Un jurado de San Francisco, en Estados Unidos, ordenó este viernes al gigante agroindustrial Monsanto pagar a un conserje moribundo casi 290 millones de dólares en daños por no advertir que el glifosato que contenían sus herbicidas era cancerígeno. El grupo encontró que la compañía -que prometió que apelará- actuó con "malicia" y que su herbicida RoundUp, y su versión profesional RangerPro, contribuyeron "sustancialmente" a la enfermedad terminal de Dewayne Johnson.
Johnson, un conserje de escuela de 46 años, fue diagnosticado en 2014 con un incurable linfoma no Hodgkin, un cáncer que afecta los glóbulos blancos de la sangre. Según contó, durante su trabajo en una escuela en Bencina, California, entre 2012 y 2014, usó constantemente RoundUp y RangerPro.
La demanda contra la empresa está basada en los descubrimientos en 2015 del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que catalogó al glifosato, principal componente de los herbicidas, como "probablemente cancerígeno". La compañía siempre negó cualquier conexión entre el cáncer y el glifosato.
"Recibí mucho apoyo desde el comienzo de este asunto, muchas oraciones y energía de personas que ni siquiera conozco. Estoy contento de poder ayudar a una causa que me supera. Y espero que esta decisión comience a darle la atención que necesita", reaccionó el demandante durante una conferencia de prensa. Tras ocho semanas en la corte, el jurado ordenó a la compañía a pagar 250 millones en daños punitivos con daños compensatorios y otros costos, llevando el total a casi 290 millones de dólares.
El abogado de Johnson, Brent Wisner, dijo que el veredicto es una "apabullante evidencia" de que el producto es peligroso. "Cuando estás en lo correcto, es muy fácil ganar", señaló. Agregó que este caso será "la punta de lanza" de nuevas demandas que seguramente vendrán.
La respuesta de la empresa
"El jurado malentendió todo", dijo a periodistas el vicepresidente de la firma, Scott Partridge. "Sentimos empatía con el señor Johnson y su familia", agregó Monsanto en un comunicado tras conocer la decisión judicial. "Defenderemos vigorosamente este producto con 40 años de historia que continúa siendo vital, efectivo y seguro para agricultores y otros".
Es la primera vez que Monsanto, adquirido por la alemana Bayer, se encuentra sobre el banquillo de los acusados por los potenciales efectos cancerígenos de estos productos que contienen glifosato, una controvertida sustancia. Los expertos coinciden en que el veredicto puede abrir la puerta a centenares de nuevas demandas.
Robert F. Kennedy Jr. - abogado ambientalista, hijo del difunto senador de Estados Unidos y miembro del equipo legal de Johnson- se sentó en el tribunal detrás del moribundo, quien tenía la cabeza gacha. "Creo que el veredicto desencadenará una cascada de nuevos casos", dijo. "El jurado envió un mensaje a la sala de juntas de Monsanto para que cambien la forma en que hacen negocios".
Pero Partridge insistió en que no tiene intención de llegar a acuerdos en cientos de casos similares, asegurando que este veredicto impulsará a la compañía a trabajar más duro para demostrar que el herbicida es seguro. "Es el herbicida más utilizado y estudiado en el mundo", dijo. "El veredicto de hoy no cambia la ciencia".
"Victoria para la humanidad"
Antes de que los jurados se retiraran a deliberar, Wisner pidió un "ajuste de cuentas" para Monsanto. "La ciencia al final se puso al día y no hay como esconderlo más", indicó en sus alegatos finales. RoundUp, lanzado en 1976, es el principal producto de Monsanto y el glifosato es el herbicida más usado en el mundo.
"El veredicto es una victoria para toda la humanidad, para toda la vida en la Tierra", indicó Zen Honeycutt, fundadora de la ONG Moms Across America. "La mayoría de nuestras enfermedades y pérdidas en la calidad del suelo, agua y vida silvestre responden a estos químicos tóxicos". Este juicio dañó la reputación de la compañía.
Registros revelados anteriormente por un tribunal federal dieron credibilidad a los reclamos de Johnson: correos electrónicos internos de la compañía con reguladores sugerían que Monsanto había escrito investigaciones fantasma que luego atribuían a académicos.
(Con información de AFP)
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