Obama afirmó que las medidas que prevé tomar están dentro de su "autoridad legal" y advirtió que no van a evitar "todos" los tiroteos ni crímenes violentos, pero sí "potencialmente salvarán vidas".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará este martes un paquete de medidas ejecutivas para mejorar el control de la venta de armas de fuego, un decreto que incluye recursos adicionales para salud mental y contratación de agentes que deberán contar con el apoyo del Congreso.
Obama comparecerá mañana desde la Casa Blanca a las 11.40 hora local (16.40 GMT) para presentar unas medidas que hoy explicaron en una conferencia telefónica la fiscal general, Loretta Lynch; la asesora presidencial Valerie Jarrett y el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El presidente estadounidense toma estas medidas ante la inacción del Congreso sobre el asunto que, según ha reconocido, es la mayor frustración de su mandato, pero no podrá esquivar completamente la capacidad de bloqueo del Legislativo, controlado por los republicanos.
El Congreso tendrá que aprobar la petición de Obama de nuevos fondos en el presupuesto del año fiscal 2017, que comienza el próximo 30 de septiembre, para la contratación de 200 nuevos agentes e investigadores del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) para mejorar la aplicación de la legislación sobre armas de fuego.
Asimismo, Obama quiere que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) contrate más de 230 examinadores y otro personal adicional para acelerar el proceso de las revisiones de antecedentes criminales.
Este aspecto es clave, defendió hoy Lynch, al explicar que la ley actual establece que si la revisión tarda más de tres días el comprador puede adquirir el arma sin haberse determinado si es apto o no para poseer una.
La ATF ha establecido además un Centro de Investigación de Internet para perseguir el tráfico ilegal de armas de fuego en la red y prevé dedicar 4 millones de dólares y personal adicional para reforzar la Red Nacional Integrada de Información Balística.
El decreto que mañana anunciará Obama requiere además que el Congreso apruebe una partida de 500 millones en nueva inversión para mejorar el acceso a los servicios de salud mental.
Una de las medidas clave de este paquete es la que requiere que toda persona que haga negocio con la venta de armas se registre, obtenga una licencia federal y, por tanto, asuma la obligación de revisar los antecedentes criminales y de salud mental de sus compradores.
La fiscal general insistió hoy en que esta medida afecta a todos los que vendan armas de fuego, independientemente de si lo hacen en internet, en una tienda o en ferias.
Hasta ahora, solo los vendedores de armas con licencia federal estaban obligados a revisar los antecedentes, mientras que los que lo hacían en mercados informales como ferias o internet esquivaban este mecanismo de control.
Para establecer que alguien es un vendedor de armas de fuego, el Gobierno tendrá en cuenta no sólo cuántas vende sino con qué frecuencia y si lo hace para lucrarse.
La persona que se dedique al negocio de vender armas sin la requerida licencia federal podrá ser sentenciada hasta con cinco años de cárcel y una multa de hasta 250.000 dólares.
Los vendedores también serán penalizados si no efectúan la pertinente revisión de antecedentes antes de concluir una venta.
Entre las nuevas medidas de Obama también se incluye la obligación de la revisión de antecedentes penales para las personas que intentan comprar armas de fuego de las más peligrosas a través de una sociedad fiduciaria o corporación.
Hasta ahora, un número creciente de individuos estaban recurriendo a este método para esquivar la revisión de antecedentes.
EFE
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