El presidente de Estados Unidos cedió a una de las prácticas que más criticó de otros mandatarios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó la Casa Blanca este viernes para tomar un avión rumbo a su club de golf en Nueva Jersey. Ahí planea quedarse hasta el próximo 20 de agosto a modo de vacaciones.
Así, pasará los siguientes 17 días cediendo a una práctica que siempre condenó en otros. "No sería un presidente que se tomara vacaciones", había asegurado en noviembre de 2016, tras ganar las elecciones. Adicionalmente, había prometido que no sería "muy aficionado" al tiempo de asueto. Consultada por la prensa, la portavoz adjunta de la sede en Washington afirmó que "el presidente seguirá trabajando".
¿Inconsecuencia? En el pasado, había criticado duramente a Barack Obama cuando este se tomaba unos días o jugaba al golf. Incluso en 2011 cuestionó la “ética de trabajo” del ahora expresidente luego de que descansó por diez días en una isla de Massachusetts.
Trump no ha hablado en público sobre su alejamiento temporal, pero su escapada coincide con unas complejas obras de renovación del anticuado sistema de calefacción y aire acondicionado de la Casa Blanca. Esta tarea obligará a quienes trabajan en el ala oeste a mudarse temporalmente a un edificio aledaño. (Con información de EFE)
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