Karl Martin compró la vasija hace cinco años en un mercado de pulgas en Derbyshire, en Reino Unido, sin saber que pertenecía a una de las civilizaciones más antiguas del mundo.
Un hombre británico compró una pieza de alfarería en un mercado de pulgas y, luego de utilizarla por mucho tiempo como un vaso para colocar su cepillo de dientes, descubrió que el recipiente era en realidad una reliquia de 4,000 años de antigüedad.
La vasija llamó la atención de Karl Martin hace cinco años en una venta de garaje en Derbyshire (Reino Unido). Adquirió el frasco junto con una olla por apenas cinco dólares.
"Me gustó de inmediato", dijo Martin en un comunicado de la casa de subastas Hansons Auctioneers, donde trabaja y donde luego vendió la cerámica por alrededor de US$ 100 en noviembre. “Lo usé en el baño para guardar mi pasta de dientes y mi cepillo de dientes, incluso terminó con algunas marcas de crema", dijo.
Un día en el trabajo, estaba ayudando a James Brenchley, un colega suyo y experto en antigüedades, a descargar una camioneta y notó una pieza de cerámica que era similar a su recipiente. El estilo de la pintura tenía el mismo aspecto y tenía figuras de animales similares.
Fue Brenchley quien confirmó que el frasco data de 1,900 a.C. y proviene de la antigua civilización Harappa del valle del Indo, donde hoy se asientan los territorios de India, Pakistán y Afganistán.
Esta sociedad prosperó en las regiones del noroeste del sur de Asia durante la Edad de Bronce. El Indo, “junto con el antiguo Egipto y Mesopotamia, fue una de las tres primeras cunas de civilizaciones del Viejo Mundo, y de las tres, la más extendida", le explicó.
"Eso significa que tiene alrededor de 4,000 años de antigüedad, 2,000 años antes de que naciera Cristo", dijo Martin. "Es increíble, de verdad. Nunca sabré cómo terminó en una venta en Derbyshire", comentó Martin.
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