La desaparición del pequeño Gabriel fue un caso que conmocionó a España y al mundo cuando se descubrió que la responsable era la pareja del padre, que se había mostrado junto a él, aparentemente preocupada, durante la búsqueda.
La dominicana Ana Julia Quezada podría ser condenada a prisión permanente revisable, como pide la Fiscalía, al ser declarada culpable del asesinato del niño español Gabriel Cruz en 2018, un caso que conmocionó a toda España. El jurado popular del juicio declaró probado este jueves que la mujer mató de manera "intencionada y súbita" al niño en una finca de campo de la provincia de Almería (sureste español).
La consideración del jurado coincide con el relato de la Fiscalía, que pide la pena máxima para ella por un delito de asesinato con alevosía. La prisión permanente revisable fue introducida en el Código Penal español en la reforma de 2015, y ha sido aplicada hasta ahora en diez casos de asesinato. Todos los condenados hasta el momento son hombres, de manera que Ana Julia Quezada sería la primera mujer a la que se impondría esta pena en España.
El caso que conmocionó a España
El jurado también considera a Ana Julia Quezada culpable de dos delitos de lesiones psíquicas causadas a Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del menor, por los que la Fiscalía solicita penas individuales de 5 años de cárcel. La mujer reconoció que había matado al niño, pero no premeditadamente. Quezada, que mantenía una relación sentimental con el padre cuando ocurrieron los hechos, fingió participar activamente en su búsqueda cuando se dio por desaparecido. El cadáver fue encontrado en su automóvil tras doce días.
Durante el juicio a Ana Julia Quezada, miembros de la Guardia Civil que participaron en la búsqueda del niño revelaron que creen que la mujer quería cobrar la recompensa que los padres del pequeño ofrecían tras su desaparición. Una veintena de agentes declararon en la cuarta sesión del juicio, en la que el jurado volvió a escuchar que la acusada era una persona a la que "le gustaba el dinero".
“Parece que le gustaba el dinero”
"Parece una persona a la que le gustaba el dinero" y, además del asesinato del niño, hijo de su expareja,"no sabemos si buscaba cobrar un dinero. Es macabro pero parece que por ahí iba la cosa", dijo uno de los altos cargos de la investigación. "Fue una investigación muy dura porque buscábamos a un niño vivo, no se planteó como un homicidio. Si hubiese sido así, no se habrían empleado tantísimos recursos como en esta investigación", añadió el comandante.
Sobre el móvil económico, apuntó que era una posibilidad porque "no había nada" que dijera que Gabriel estaba muerto, pero cada día que pasaba "caía una losa de realidad" encima y "nunca llegó una solicitud de dinero". Según los distintos agentes que testificaron en aquella sesión, una vez focalizada la investigación sobre Quezada, observaron que "era ella la que estaba animando a la familia a ofrecer más dinero (de recompensa)".
También negaron que la asesina confesa de Gabriel colaborase con ellos, apuntando que intentó inculpar durante la investigación a otras personas como su expareja, pero que al ser detenida sí reconoció los hechos "desde el primer momento", aunque asegurando que la muerte del pequeño fue un accidente, una versión que sigue manteniendo. (Con información de EFE)
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