El fuego se desatadó en varias partes de Portugal e hicieron que el Gobierno declare el primer nivel de alerta en todo el país ante el posible riesgo de que haya incendio forestal.
Portugal combate hoy las llamas en varios focos en el norte y el centro del país, que han obligado a cortar varias carreteras y la línea ferroviaria que une Lisboa y Oporto, en el primer día de situación de alerta por riesgo elevado de incendio.
En el primero de los tres días de alerta declarados por el Gobierno luso, Protección Civil registra seis incendios "importantes" en su página web, entre ellos el de Ourém, el que concentra más medios de combate.
El fuego no cesa
El fuego, que empezó este último viernes en esta localidad situada a unos 130 kilómetros al norte de Lisboa, fue dado como dominado el sábado, pero se reactivó hoy domingo.
Más de 400 efectivos, apoyados por siete medios aéreos, están desplegados sobre el terreno para frenar el avance del fuego, que ha obligado a cortar la línea ferroviaria del norte, que hace el servicio entre Lisboa y Oporto.
También preocupa el incendio declarado este domingo en Samardã, en el norte del país, que avanza con "gran velocidad", según Protección Civil, y durante la tarde provocó cortes en una autopista y una carretera nacional.
Más de 300 bomberos y cuatro medios aéreos trabajan en Samardã para sofocar las llamas, que se acercaron a una zona poblada y una gasolinera, según medios locales.
Protección Civil combate otros cuatro incendios en los municipios de Celorico de Basto, Monção y Carrazeda de Ansiães (norte) y Alenquer (centro).
Tres días en alerta
El Gobierno de Portugal declaró entre este domingo y el martes la situación de alerta, el nivel más bajo de respuesta a catástrofes, por el elevado riesgo de incendio forestal, aunque no descarta tener que extenderla durante más días.
El ministro de Administración Interna luso, José Luís Carneiro, recordó que el país afronta un período "muy exigente", con una ola de calor con altas temperaturas y vientos de entre 40 y 60 kilómetros.
Además, el 55,2 % del territorio del país está en sequía severa y el 44,8 % en extrema, según los datos más recientes del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA).
Con la situación de alerta se decretaron limitaciones sobre el uso del fuego, máquinas y trabajos agrícolas, así como sobre el acceso a los espacios forestales, detalló el ministro.
También se autorizó a Protección Civil a contratar a 500 bomberos y se reforzaron las labores disuasorias con 25 patrullas de las Fuerzas Armadas.
El Gobierno se reunirá este lunes para estudiar si es necesario extender durante más días la situación de alerta. (EFE)
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