Una mujer pudo ver, a través de un vidrio, a su madre, que lleva ya cinco semanas en terapia intensiva a causa del nuevo coronavirus, en el Hospital Posadas de Argentina.
A través de un vidrio y con el rostro empapado en lágrimas, Roxana Ledesma observa a su madre, internada por coronavirus en la terapia intensiva del Hospital Posadas, en Argentina, país que adoptó un protocolo para permitir el acercamiento de los familiares.
"Tenía muchísimas ganas, porque estaba muy angustiada pensando en que no la iba a poder ver. En este tema de la pandemia que si se te va un familiar no te puedes despedir, no puedes estar en nada, que me hayan llamado y que me hayan dicho que podía venir un ratito, a tres metros de distancia, detrás de un vidrio, y poder verla ... dije 'sí, sí', y me vine volando", refiere esta mujer a la AFP.
Su madre lleva ya cinco semanas en terapia intensiva, aproximadamente el mismo tiempo en que el Hospital Posadas ha habilitado las visitas de familiares a los pacientes de COVID-19.
"Me siento ansiosa, ansiosa, porque, la verdad, quiero que haya algo para que nos podamos cuidar y no agarrar esto, por los abuelos, por los padres, por todos en realidad. Es angustiante todo esto", dice Ledesma aún conmocionada por la visita a su madre.
Tras un primer periodo de muchas restricciones sanitarias que implicó la muerte en soledad de miles de pacientes de COVID-19, Argentina empezó a partir de agosto a promover el encuentro de los enfermos con sus familiares a través de diversas iniciativas que garantizan el trato digno.
"El hospital incorporó muy rápidamente, a través del comité de bioética, el protocolo que el ministerio puso para que los pacientes puedan tener un trato humanizado y estar acompañados y ser vistos por los familiares en diferentes etapas de la enfermedad, algo que es tan necesario y que esta pandemia tanta distancia y alejamiento trajo", dice la doctora Soledad Hidalgo.
Argentina, con 44 millones de habitantes, registra más de 1,5 millón de contagios de coronavirus y ha superado las 41.000 muertes. Aunque los casos venían en descenso en las últimas semanas, desde hace unos días han comenzado a subir nuevamente.
"La verdad es que no tuvimos un descenso muy significativo en los casos. Seguimos atendiendo un promedio de 130 a 140 pacientes por día que consultan con síntomas de sospecha de covid-19. Desde nuestra tarea asistencial no podemos decir que nos hemos relajado porque seguimos teniendo consultas, hisopados y también resultados positivos", explica Hidalgo.
"Estamos esperando que, en breve, podamos empezar a vacunar a toda la población. Ojalá que pueda ser ahora, para el verano (austral). Pero más allá de la vacuna, esto es un proceso que va a llevar bastante tiempo, con lo cual, estamos a la expectativa de que pueda haber otra ola, sobre todo porque uno se informa de lo que está pasando en Norteamérica, en Europa, que están pasando por esta situación", añade.
AFP
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