El presidente Evo Morales encabezó las celebraciones de la fiesta del "Willka Kuti" o "retorno del sol".
El presidente de Bolivia, Evo Morales, encabezó este miércoles los festejos en su país para recibir con rituales ancestrales la llegada del año 5525 para las culturas andinas. Para la celebración principal de la fiesta del "Willka Kuti" o "retorno del sol", el gobernante eligió su pueblo natal, Orinoca, situado en la región andina de Oruro (oeste).
Con un ritual y una ofrenda a la Pachamama (madre tierra), Morales espero la llegada del sol a los pies del cerro Cuchi Cuchi desde la madrugada y junto a sus ministros de Desarrollo Rural, César Cocarico; de Comunicación, Gisela López; y de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, entre otras autoridades. Tras la ceremonia, se realizó un acto oficial con discursos y música en las puertas del "Museo de la Revolución Democrática y Cultural", inaugurado en febrero y dedicado a la vida y obra política del mandatario.
Tradiciones. Morales dijo que recibieron los primeros rayos del sol para cargarse de "fuerza, energía, ajayu (alma) para seguir luchando y trabajando por Bolivia". "Hemos venido a recibir al tata Inti (padre sol), a la Pachamama [y pedir] que nos den mucha sabiduría, mucha unidad y mucha fuerza para bien de todos”. Al son de ritmos autóctonos, los asistentes bailaron y se sirvieron un apthapi, comida indígena comunitaria preparada para unas 8.000 personas, según informó el Ministerio de Culturas.
El centro de las celebraciones por este año nuevo aimara es tradicionalmente la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco, a casi 80 kilómetros de La Paz. Allí acudieron, entre otros, el vicepresidente Alvaro García Linera y el canciller Fernando Huanacuni. Centenares de personas, sobre todo aimaras y turistas, suelen viajar a Tiahuanaco -Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000- en la víspera del 21 de junio para recibir los primeros rayos del sol con las palmas en alto y recargar energías.
Fiesta nacional. Esta celebración coincide con el solsticio de invierno austral, cuando en el Hemisferio Sur tienen lugar el día más corto y la noche más larga. También supone el cambio del ciclo agrícola para la siembra en el campo. Su nombre ha evolucionado con criterios de inclusión, ya que comenzó a celebrarse hace pocas décadas en Tiahuanaco como Año Nuevo Aimara. Luego se llamó Año Nuevo Aimara-Quechua y después Año Nuevo Andino.
En 2009, el Gobierno de Evo Morales bautizó la celebración como Año Nuevo Andino Amazónico y decretó que cada 21 de junio sea festivo nacional. Este año, el nombre incluyó a la zona del Chaco. En años anteriores, Morales asistió a los rituales en Tiahuanaco, mientras que en 2014 celebró la festividad en el fuerte de Samaipata, en la región de Santa Cruz y en 2015 lo hizo en el salar de Uyuni. (Con información de EFE)
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