Se trata de uno de los mayores violadores en serie del estado de Goiás (centro) y de uno de los mayores en todo Brasil, según la Policía del gigante sudamericano.
Un hombre acusado de haber cometido 47 violaciones, 22 de las cuales ya comprobadas por exámenes genéticos, fue presentado este jueves a la prensa tras haber sido detenido la semana pasada en el estado brasileño de Goiás.
Se trata de uno de los mayores violadores en serie del estado de Goiás (centro) y de uno de los mayores en todo Brasil, según la comisaria Ana Paula Machado, la investigadora de la Policía Civil responsable por el arresto.
El acusado, identificado como Wellington Ribeiro da Silva, de 52 años, fue presentado a la prensa este jueves en una comisaría de Goiania, la capital de Goiás.
"Este hombre cabizbajo que están viendo es uno de los mayores violadores en serie del país. En el estado de Goiás no hay ningún caso parecido con este", afirmó Machado, quien agregó que los crímenes atribuidos a Da Silva comenzaron en 2008.
Entre tales delitos destaca uno ocurrido en 2011 y en el que Da Silva es acusado de haber violado a una mujer y a su hija, de sólo cinco meses. Según la Policía, en dos ocasiones cometió este tipo de doble violación.
"Desprecia a las mujeres"
El acusado fue detenido en la época por dicho crimen, pero consiguió huir de prisión tras haber sido trasladado al vecino estado de Mato Grosso, y solo volvió a ser localizado el 12 de septiembre pasado, cuando fue detenido en la ciudad de Aparecida de Goiania.
"A los 22 años ya lideraba una organización que cometía asaltos y homicidios. En uno de los ataques, él mató a su exesposa y dos de los hijos de ella. Él desprecia a las mujeres y las considera seres inferiores. Filmaba a sus víctimas tras violarlas para que ellas no lo denunciaran", agregó el comisario Carlos Leveger en la misma rueda de prensa.
La Policía Civil llegó a crear un grupo especial para buscarlo y capturarlo luego de que sus muestras genéticas fueran halladas en varias de las víctimas de violación en el estado de Goiás.
Los crímenes fueron registrados en Aparecida de Goiania, Bela Vista, Abadía de Goiás e Hidrolandia, todos municipios del estado de Goiás.
Según la Policía, el acusado por lo general rendía a sus víctimas usando una pistola, las obligaba a subir a una motocicleta y las llevaba a lugares aislados en donde cometía las violaciones. Por lo general no se quitaba el casco de motociclista para evitar ser identificado y actuaba por la noche o en la madrugada.
EFE
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