Un año después del accidente, en el que una aeronave Boeing 737-200 cayó poco después de despegar en La Habana, el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba comunicó los hallazgos de su investigación.
Un año después de un trágico accidente aéreo en Cuba en 2018, la comisión investigadora oficial concluyó que la tragedia que dejó 112 muertos fue provocada por la tripulación al calcular el peso y balance de la nave. "La causa más probable del accidente fueron las acciones de la tripulación y sus errores en los cálculos de peso y balance, que conllevaron a la pérdida de control y desplome de la aeronave durante la etapa de despegue", determinó la comisión, según informó el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC).
La aeronave, un Boeing 737-200 de la aerolínea mexicana Damojh S.A.(Global Air), era fletada con su tripulación a la estatal Cubana de Aviación y cubría la ruta La Habana-Holguín (este). Fabricado en 1979, según el gobierno mexicano, el avión había superado su última revisión en noviembre de 2017. A causa del accidente perecieron 101 cubanos, los seis tripulantes mexicanos y cinco pasajeros extranjeros: dos argentinos, un mexicano y dos saharauis.
El avión cayó a tierra el mediodía del 18 de mayo de 2018 muy cerca del aeropuerto José Martí de la capital cubana, poco después de despegar. Inicialmente sobrevivieron tres mujeres, pero dos de ellas fallecieron durante la atención hospitalaria. Sólo una pasajera, Mailén Díaz Almaguer, entonces de 19 años, está viva y se recupera después de un largo tratamiento médico.
La investigación
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien había asumido el cargo el mes anterior al accidente, llegó al lugar del desastre y anunció la creación una Comisión del Ministerio de Transporte "para investigar los hechos". En la investigación también colaboraron la gubernamental Junta Nacional de Seguridad del Transporte, el fabricante Boeing de Estados Unidos y la autoridad aeronáutica de México, dijo la nota del IACC.
Para sus conclusiones, la comisión tomó en cuenta "los datos aportados por los registradores de vuelo (cajas negras) de la aeronave" y "el resultado obtenido de la caracterización de los estándares aeronáuticos" para este viaje. "Por consenso, la investigación de las cajas negras se realizó en los Estados Unidos ya que en Cuba no existe el equipamiento técnico acorde con el modelo de esta aeronave", dijo el portal Cubadebate citando al presidente del IACC, Armando Daniel López.
Añadió que "durante la pesquisa, la comisión gubernamental señaló que no existe relación entre la aeronave accidentada en mayo de 2018 en La Habana y las catástrofes aéreas recientes de los aviones Boeing 737 MAX 8" En julio del año pasado, dos meses después del accidente, Global Air dijo que el accidente obedeció a un error humano. "La tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave", dijo la compañía en aquel entonces.
Previamente, Marco Aurelio Hernández, que fue piloto de Global Air ocho años, denunció en la prensa mexicana presuntas anomalías como mantenimiento deficiente, prohibición de volar en Chile y vuelos nocturnos sin radar en Venezuela, algunas de las cuales denunció en octubre de 2013 ante las autoridades aeronáuticas mexicanas. Cubana de Aviación tenía contrato con Damojh (Global Air) bajo la modalidad de "arrendamiento húmedo", donde la mexicana se hace cargo del mantenimiento de la nave y ofrece además tripulación completa: usualmente dos pilotos, tres azafatas y un técnico.
AFP
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