Dos ladrones interceptaron a un equipo periodístico en plena transmisión en vivo cuando informaban desde el estadio Monumental de Guayaquil, donde se jugará la final de la Copa Libertadores en Ecuador.
Un equipo periodístico del canal Teleamazonas vivió un intento de robo cuando transmitían en vivo desde el estadio Monumental de Guayaquil, en Ecuador. La reportera tuvo que reclamarle a los delincuentes y así evitó la pérdida de sus pertenencias.
La periodista Vanessa Robles informaba sobre las “seguridades en los alrededores” del recinto deportivo, sede de la final de Copa Libertadores este sábado, cuando dos hombres en moto se acercaron con intenciones de quitarles todas sus pertenencias.
“Estamos en vivo. ¿Usted nos va a robar en vivo? ¿usted cree que debería robarnos? estamos en vivo”, le recriminó la periodista a los dos delincuentes, quienes huyeron al ver que estaban siendo grabados por el camarógrafo. La reportera agregó después que los sujetos sacaron una pistola, pero, cuando fueron enfocados, la guardaron y se cubrieron el rostro.
Un policía motorizado pasó por la zona y la reportera le advirtió sobre los dos malhechores que al final se fueron sin cometer su robo, pero tampoco fueron capturados. Todo esto en los alrededores del estadio que albergará la final del torneo continental.
"Nosotros sentimos lo que siente el ciudadano al salir a la calle y escuchar el sonido de una moto, el nerviosismo y el miedo porque nos falta seguridad", explicó la periodista en un video que subió el canal Teleamazonas en sus redes sociales.
Guayaquil vive en los últimos años una ola de delincuencia que pone en zozobra a la población. A inicios de mes se conoció que más de 700 municiones fueron halladas en una cárcel de la ciudad, donde se produjo una masacre que dejó 13 reclusos muertos, informó la entidad estatal que administra las prisiones (SNAI) en Ecuador.
Monjas atrapan a dos delincuentes
En setiembre pasado, varias monjas atraparon con la ayuda de vecinos a dos de cinco delincuentes que pretendían robar en su convento, en un barrio de la ciudad andina de Cuenca, en el sur de Ecuador.
Las monjas, según ellas mismas han comentado en redes sociales, se percataron de la presencia de uno de los sujetos en un segundo piso del convento donde le encararon y forcejearon para evitar el robo de computadoras y teléfonos.
"Lo encontramos en el segundo piso, cargando con todo lo que podía, computadores y cargadores" de teléfono, en una mochila, comentó Susana, una de las religiosas que recibió golpes y patadas del sujeto cuando intentaba echarse a la fuga tras ser descubierto.
(Con información de agencia EFE)
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