Los migrantes hondureños huyen de los altos precios de la canasta básica familiar, la pobreza y la violencia en su país, según expusieron ayer sus dirigentes durante un enfrentamiento con la Policía mexicana que hace lo posible por frenar su ingreso.
Miles de migrantes hondureños que intentan llegar a Estados Unidos siguen soportando este sábado la espera para que México decida si abre su frontera y les permite el paso, tras frenar en la víspera el avance de la caravana que huye de la pobreza y violencia en su país.
La primera noche de espera sobre el puente internacional que une a Guatemala y México transcurrió entre sobresaltos para los miles de centroamericanos hacinados cerca de la reja fronteriza del poblado mexicano de Ciudad Hidalgo, constató la agencia AFP.
Se rumoreaba que un grupo intentaría entrar por la fuerza a la zona mexicana, luego de que el viernes se vivieran momentos tensos con la policía que lanzó gases lacrimógenos para contener la estampida que traspasó la frontera de Guatemala.
Cinco hombres lograron calmar el ambiente entre los centroamericanos y entablaron un improvisado diálogo entre los barrotes con un comandante mexicano - que no quiso dar su nombre -, custodiado por unos 200 antimotines que pasaron toda la noche vigilando.
Los migrantes huyen "de la violencia, de los altos costos de la canasta básica de nuestro país, del alto costo de la energía y de los altos costos del agua", decía contundente uno de los organizadores, un hombre corpulento.
Pero ante la incertidumbre, algunas decenas de centroamericanos en el centro de la guatemalteca Tecún Umán optaron por regresar a su país en autobuses proporcionados por el gobierno, constató la AFP.
Mujeres y niños
Decenas de niños y bebés ocupan la primera línea de la larga columna de migrantes que abarrotan el puente fronterizo que cruza el caudaloso río Suchiate, al que algunos hombres se lanzaron durante la estampida para tratar de entrar a México.
En el improvisado campamento de migrantes "hay personas que son muy agresivas y que ya no tienen paciencia, ya se están desesperando porque los mexicanos no nos abren la puerta", dijo por su lado Gina Paola Montes, 21 años, que este año se iba a graduar en Ciencias de las humanidades, de una universidad pública de Honduras.
El viernes, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, calificó el incidente en su frontera como "una situación inédita" y advirtió que su país no permitirá el ingreso a su territorio de manera irregular y "mucho menos de forma violenta".
El éxodo ha sido fuertemente criticado por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha amenazado a Guatemala, Honduras y El Salvador con quitarles la ayuda financiera si no contienen la migración ilegal.
(Información de AFP)
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