Era uno de los museos más importantes de Sudamérica. Fue creado el 6 de junio de 1818 por el rey Juan VI y almacenaba unas 20 millones de piezas históricas. Las autoridades manejan dos líneas de investigación sobre el origen del siniestro.
El ministro de Cultura de Brasil, Sergio Sá Leitao, dijo este lunes que hay dos líneas de investigación con respecto a las causas del gigantesco incendio que dejó en ruinas el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro la noche del último domingo.
Según el diario brasileño Folha de Sao Paulo que cita al funcionario, la caída de un pequeño globo aerostático es la primera posible causa, pues a mitad de año se celebran las fiestas juninas, tradicional festividad con bailes típicos alrededor de fogatas, deliciosas comidas, fuegos de artificio.
La segunda posible causa es un corto circuito, que pudo haberse generado en el laboratorio audiovisual del museo. "Parece que el fuego comenzó por encima, en lo alto, y fue bajando", dijo Leitão, quien añadió que “la tragedia inconmensurable podía haberse evitado".
Historia
El Museo Nacional de Rio de Janeiro es el mayor museo de historia natural y antropológica de América Latina, con más de 20 millones de piezas y una biblioteca de más de 530.000 títulos.
Creado en 1818 por el rey Juan VI e instalado desde 1892 en el expalacio imperial de San Cristóbal, está situado en el parque de Boa Vista en el norte de Rio, que alberga igualmente un excepcional jardín botánico de 40 hectáreas.
El museo, que celebró en junio su bicentenario, recibe a 150.000 visitantes por año y es un importante centro de investigación y estudio, integrado desde 1946 a la Universidad federal de Rio de Janeiro.
Patrimonio de valor incalculable
El devastador incendio del Museo Nacional de Rio de Janeiro causó desazón por la pérdida de un patrimonio invaluable e indignación contra los recortes presupuestarios en Brasil. Miles de personas se congregaron al anochecer del lunes en la plaza Cinelandia, del centro de la ciudad, mientras el gobierno prometía recursos para construir un nuevo museo.
"No sirve solo llorar. Es necesario que el gobierno federal, que dispone de recursos, ayude al Museo a reconstruir su historia", afirmó ante el devastado edificio el director de la bicentenaria institución, Alexandre Keller.
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