Vanessa y Katherine, dos jóvenes peruanas, se encontraban haciendo turismo en Israel cuando inició el conflicto. Tras varios días de terror e incertidumbre lograron llegar a suelo patrio. RPP recogió sus testimonios
Medio Oriente
Las ciudadanas peruanas permanecen en el aeropuerto Jorge Chávez a la espera de su vuelo rumbo a Arequipa
El día de hoy, domingo, llegará el avión presidencial a suelo peruano con 20 compatriotas que se encontraban varados en Israel, país que actualmente está en conflicto con el grupo extremista Hamás y es objeto de bombardeos constantes.
Sin embargo, hay otros connacionales que han tenido que salir del lugar por sus propios medios. Ese fue el caso de Vanessa y Katherine, dos jóvenes que se encontraban haciendo turismo en ese país junto a un grupo de personas y que fueron sorprendidas con el estallido de la violencia.
Tras varios días de incertidumbre, pánico y constantes idas y venidas al búnker del hotel en que se hospedaban, lograron llegar de regreso al Perú, tras casi 5 días de escalas entre Jordania, Dubai y Madrid. Estos son sus testimonios.
Vanessa: "Nos dijeron que nos vayamos porque la situación se estaba agravando"
Vanessa recuerda el momento en que inició la tensión que, de pronto, cubrió de grises lo que sería una peregrinación turística llena de recuerdos agradables.
"Estábamos en Qumrán que es un lugar cerca al Mar Muerto. La idea era bañarnos ahí y luego visitar Qumrán que antiguamente era un lugar de oración", aseveró.
"En ese momento en que celebrábamos una eucaristía con el sacerdote que nos acompañaba desde el inicio, se sintieron algunos movimientos tipo explosión y nos pidieron evacuar del lugar en donde estábamos e ingresar a las tiendas (…) porque iban a cerrar todas las puertas debido a que, al parecer, había un atentado cerca", agregó.
Luego de tres horas de refugiarse en esas tiendas, según su testimonio, les permitieron salir del lugar. Entonces, todos los planes del recorrido se vieron detenidos abruptamente e intercambiados por una sensación de peligro constante y la incertidumbre de estar en medio de una guerra.
"Luego tuvimos que ir a Jerusalén porque era la siguiente parada y nos dijeron que era el lugar más seguro para nosotros", indicó.
Vanessa señaló que el sacerdote que dirigía la peregrinación pidió ayuda a la embajada peruana en Israel y les hicieron llegar unos formularios que llenaron detallando si necesitaban asistencia médica, ya que viajaban "con varios adultos y solo éramos 4 jóvenes". "En total, éramos 23 personas", acotó.
Sin embargo, tras días de espera, el apoyo de la embajada no habría llegado.
"Se esperó la ayuda, pero pasaron entre 3 y 4 días y el guía de turismo que trabaja en Israel nos dijo que lo recomendable era que nos vayamos porque la situación se estaba agravando; así que se tomó la decisión de salir", resaltó.
"Había dos opciones para salir: Egipto o Jordania. Como conseguimos vuelo del aeropuerto de Jordania a Dubai y luego a España para todo el grupo, porque la idea era que no nos separemos. Gracias a las gestiones del sacerdote pudimos salir todos por Jordania", puntualizó.
Katherine: "Hubo veces en que permanecíamos todo el día en el hotel"
Por su parte, Katherine recuerda que la misma atmósfera de violencia de aquellos días cambió el ánimo de los lugareños que, de amables anfitriones, pasaron a tener el miedo y la desconfianza impregnados en las pupilas.
"Cuando en Qumrán nos indican que hubo algo extraño, los mismos pobladores muestran una actitud diferente y nuestro guía, Marcelo, un argentino que radica ahí, nos daba la pauta de lo que estaba pasando. Una recomendación para el grupo fue que no revisáramos mucho las noticias porque eso cambia el ánimo, pero sí sentíamos la tensión.", afirmó.
Aquel sábado en que inició el bombardeo contra Israel desde la Franja de Gaza, Katherine indicó que tuvieron que permanecer todo el día en el hotel, escuchando explosiones a lo lejos. Pero ese solo sería el primero de varios días en que, prácticamente, la norma era permanecer encerrados.
"Hubo momentos en que teníamos que evacuar, por prevención. Si había algún peligro inmediatamente los hoteles, los establecimientos, abrían las puertas para que todos los presentes nos refugiemos en un búnker. Se siente la tensión y cada persona reacciona diferente, hay quienes se angustian, otros se ponen muy nerviosos; es difícil", indicó.
Finalmente, las gestiones del sacerdote que dirigía el grupo rindió sus frutos cuando les indicaron que las 23 personas del grupo podrían salir de Israel vía Jordania.
"El día que tuvimos que ir a Jordania, cada quien tuvo que correr con sus propios medios. Ahí es donde los familiares han dado apoyo para conseguir el pasaje. Llegando a Jordania, tengo entendido que el embajador de Perú en Egipto tiene un cónsul honorario en Jordania y ha brindado cierto apoyo. En Madrid, quien brindó el apoyo principalmente ha sido el Arzobispado", aseveró.
Katherine indicó que aún quedan 13 connacionales del grupo en Madrid que, en las próximas horas, estarían retornando también al Perú.
Por su parte, Vanessa y ella, ya en el aeropuerto Jorge Chávez, cuentan los minutos para volver a su tierra natal, Arequipa, y darles a sus familiares el abrazo tantas veces prometido en los días de angustia.
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