El portavoz militar de los hutíes indicó que lograron lanzar un gran número de cohetes tierra-aire contra los cazas de Israel, lo que provocó que “algunas formaciones de combate se vieran obligadas a abandonar la zona antes de realizar su ataque”.
Israel lanzó una nueva oleada de bombardeos contra Saná, la capital del Yemen, en manos de los hutíes, después de que el movimiento chií lanzara numerosos ataques contra suelo israelí en los últimos días, informó el grupo insurgente.
"Nuestras defensas aéreas están haciendo frente en estos momentos a la aviación israelí, que está agrediendo a nuestro país", dijo el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, en un escueto comunicado publicado en su cuenta de X, sin aportar detalles sobre el objetivo del ataque.
De acuerdo con Sarea, los hutíes lograron lanzar un gran número de cohetes tierra-aire contra los cazas de Israel, lo que provocó que "algunas formaciones de combate se vieran obligadas a abandonar la zona antes de llevar a cabo su ataque", mientras que afirmó que los rebeldes pudieron frustrar "la mayor parte" de los bombardeos.
Según pudo constatar EFE, varias columnas de humo se elevaron desde el centro de Saná, donde se encuentran varias oficinas gubernamentales, y los bombardeos alcanzaron el complejo en el que se encuentra el Ministerio de Defensa de los insurgentes yemeníes.
Objetivos de bombardeos
Por su parte, la cadena de televisión Al Masirah, controlada por los hutíes, dijo que algunos de los bombardeos israelíes tuvieron como objetivo una "planta médica" ubicada en la calle Al Sittín, en el suroeste de Saná.
Asimismo, el medio apuntó que los aviones de combate también bombardearon un complejo gubernamental en Al Hazm, la capital de la provincia norteña de Al Jawf, sin que hasta el momento hayan trascendido detalles de los daños materiales ni posibles víctimas mortales.
Al Masirah indicó también que el ataque dejó varias personas fallecidas y otras heridas, sin especificar cifra, además de "numerosas viviendas dañadas" como consecuencia de un ataque en el barrio de Tahrir, en el centro de la capital yemení.
Esta nueva oleada de bombardeos contra el Yemen se produce un día después de que Israel atacara por primera vez la capital de Qatar, Doha, en una acción dirigida contra líderes del grupo islamista Hamás y en la que murieron al menos seis personas: cinco del movimiento palestino y un miembro de las fuerzas de seguridad cataríes.
Asimismo, tiene lugar en un momento en el que los hutíes llevan reivindicando casi a diario varios ataques contra Israel.
El fin de semana, un ataque de los insurgentes que no dejó víctimas alcanzó el aeropuerto de Ramon, en el sur de Israel, y en los días siguientes han lanzado numerosos drones y misiles balísticos contra territorio israelí que han sido interceptados por las defensas aéreas del Estado judío.
Los rebeldes yemeníes, que llevan atacando Israel y la navegación en el mar Rojo desde el estallido de la ofensiva israelí en Gaza en octubre de 2023, han intensificado sus ataques después de que el Ejército israelí matara a finales de agosto al primer ministro de los hutíes, Ahmed al Rahawi, y a una decena de miembros de su Gobierno.