Contra la ideología del Estado Islámico, que trata a las mujeres como esclavas sexuales, un grupo de mujeres se posicionó al frente de la lucha con los yihadistas.
Kurdas, árabes y asirias participan en la ofensiva contra el Estado Islámico (ISIS) en la ciudad de Al Raqa y otras partes de Siria, donde quieren transmitir un mensaje de igualdad y reivindicar sus derechos. Una de las caras de la lucha es Yihan al Sheij Ahmed. Ferviente defensora de los derechos de la mujer, está acostumbrada a moverse entre varones como dirigente y portavoz de la campaña militar de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza armada encabezada por facciones kurdas que asaltan Al Raqa.
Actualmente tiene en sus manos un proyecto, hecho ya realidad, de crear una facción de milicianas árabes, la Brigada de la Mártir Amara. Es dependiente las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ, en sus siglas en kurdo), la famosa rama femenina de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), principal facción kurda de Siria. "Son 30 combatientes árabes de Al Raqa y Deir al Zur, que se van a enfrentar al 'Dáesh' (acrónimo en árabe de Estado Islámico) y extender la lucha militar e ideológica”, explicó a EFE vía telefónica.
Mujeres combatientes. La fuerza, integrada sobre todo por mujeres solteras -aunque también hay alguna casada-, se está organizando y fortaleciendo para adquirir un papel efectivo en el ataque a Al Raqa y la vecina provincia de Deir al Zur. Ahmed es una veterana en la batalla contra el ISIS y una de las fundadoras de las YPJ. "Me uní en 2012, casi al principio de la revolución, porque la crisis siria tenía varios niveles y nosotras, como mujeres, debíamos defendernos y creamos brigadas femeninas".
"Representamos a la mujer combatiente y libre, y muchas de las nuestras han muerto en la lucha”. Ahmed destacó que están en numerosas áreas desde Manbech y Kobani, en la provincia noroccidental de Alepo, pasando por Al Raqa, Al Hasaka y Deir al Zur (noreste). Con el paso del tiempo, lo que empezó como un grupo de kurdas, se ha ido ampliando a árabes, asirias e incluso extranjeras, como alemanas y británicas. Ahmed aspira a que este movimiento inspire a todas las mujeres del mundo.
Al frente de la batalla. Otra experta en la lucha contra los extremistas, pese a solo tener 20 años, es Nisha Gawriye, portavoz las Fuerzas de Protección de la Mujer Beznahrin (FPMB), la sección femenina del Consejo Militar Siriaco Sirio, facción cristiana que colabora con las FSD. Hay cinco milicianas de las FPMB en Al Raqa. "No participamos en tareas de seguridad, estamos junto a los líderes de la campaña militar para aprender cómo recaudar fondos, trazar planes castrenses, llevar a cabo incursiones o seguir las llamadas de alguien a través del GPS".
La mayor parte de sus combatientes, que son predominantemente asirias (grupo étnico de credo cristiano), están desplegadas en la provincia de Al Hasaka, donde llevan a cabo registros a vehículos en puestos de control, cuentan con una academia militar y son una especie de policía femenina. Gawriye, que lleva en las FPMB desde 2015, no duda en asegurar que los hombres las tratan como iguales en el campo de batalla.
Mensajes. "Las asirias deben adoptar un papel en el ámbito militar y estar codo con codo con los hombres para defender su tierra, su patria y los derechos de la mujer", dijo a Efe por internet Gawriye, que abandonó sus estudios de derecho para adherirse a la lucha. Este discurso es opuesto al del ISIS, que usa a sus prisioneras como esclavas sexuales o relega a las esposas de sus milicianos a labores domésticas.
Si algún día Gawriye se encontrara cara a cara con una yihadista o esposa de algún miembro del "Dáesh", intentaría convencerla para que cambiara su manera de pensar. "Primero hablaría con ella de forma amable para quitarle de su cabeza el pensamiento opresivo 'daeshita' y si no reacciona y continúa defendiendo la violencia, la meteré en prisión". EFE
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