El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que en esta nueva etapa no habrá corrupción ni impunidad.
Andrés Manuel López Obrador regresó este viernes a una convención bancaria y lo hizo por primera vez como presidente de México, escenificando una reconciliación con el sector financiero e inaugurando el "posneoliberalismo".
Lejos quedó el tenso ambiente de la convención bancaria del año pasado en la que López Obrador acudió como candidato presidencial del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y fue recibido con muy poco entusiasmo.
En esta ocasión, el ya presidente de México sí logró arrancar los sonoros aplausos de los cerca de mil asistentes de la 82 convención bancaria celebrada el 21 y 22 de marzo en la costera ciudad de Acapulco, en el estado de Guerrero.
"No vamos a promover desde el Ejecutivo ninguna ley que regule u obligue el cobro de comisiones (...). Es un compromiso que hicimos y lo vamos a cumplir porque los compromisos se cumplen", dijo el ovacionado mandatario.
López Obrador, que asumió el cargo en diciembre, se desmarcó así del grupo parlamentario de su propio partido que anunció a finales de año la intención de eliminar las comisiones bancarias, lo que provocó una fuerte caída de la Bolsa Mexicana de Valores.
El presidente izquierdista desató euforia con un alegato a favor de la libre competencia, que según dijo es la única forma para regular los costos de las comisiones, y al reiterar que siempre respetará la independencia del Banco de México.
El "posneoliberalismo"
Pero con su habitual tono de sermón, López Obrador instruyó a los banqueros que la intención de mantener la "estabilidad económica" no es incompatible con la "transformación" que quiere para el país.
En ese sentido, declaró inaugurado el "posneoliberalismo", una nueva etapa en la que "no haya corrupción, que no haya impunidad y que no haya lujos y derroche en el Gobierno".
Lamentó que, en 36 años de lo que él llama gobiernos neoliberales, "la economía ha permanecido prácticamente estancada", con índices de crecimiento anual del 2 % del PIB.
Por eso, se propuso el "reto" de hacer crecer la economía mexicana al 4 % del PIB, sin inflación, sin subir impuestos y con una mayor inversión pública, cuyos recursos se obtendrán de lo que el Gobierno se ahorre en corrupción.
"Lo vamos a lograr porque se están convocando a todos los sectores de la economía, no lo podríamos hacer solos", dijo López Obrador, quien invitó a la banca a canalizar la inversión privada hacia los grandes proyectos de infraestructuras con los que el Gobierno pretende desarrollar el país.
De esta manera, el presidente de México dio por cerrado la convención bancaria de este año, cuyo programa estuvo centrado en las nuevas tecnologías aplicadas en el sistema financiero.
EFE
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